El principal acusado en el caso 'Malaya', contra la presunta trama de corrupción en Marbella, Juan Antonio Roca, ha asegurado este lunes que compró billetes premiados de lotería, quiniela y Bonoloto para "evitar el impuesto del dinero que tenía" en caja en su casa y ha negado que su mujer y su hija, ambas acusadas en esta causa por delito de blanqueo, tuvieran conocimiento de estas operaciones.

Blanqueo de capitales
El juicio del caso 'Malaya', contra la presunta trama de corrupción marbellí, se ha retomado este lunes con un nuevo bloque sobre blanqueo de capitales, relacionado con obras de arte y boletos premiados, en el que están acusados, entre otros, a Roca; su mujer, María Rosa Jimeno, la hija de ambos, María Roca, y el hermano de su esposa, al que también ha desvinculado.

Cupones premiados
Según señala la Fiscalía Anticorrupción en su escrito de conclusiones provisionales, una de las formas de las que supuestamente se sirvió Roca para blanquear dinero ilícito fue la adquisición de billetes y cupones de juegos de azar premiados, "abonando por ellos al agraciado una cantidad superior a la obtenida con el premio obtenido".

Ayuda del cuñado
Para esto, dice el fiscal, presuntamente se valió de su cuñado, el acusado Antonio Jimeno, que era director de una sucursal en Los Alcázares (Murcia) y de su mujer y su hija, ingresando el dinero en cuentas abiertas a nombre de éstas. Se señala que entre marzo y septiembre de 2005, "en apenas seis meses", a la familia Roca "le habrían tocado cinco premios", por un importe total de 646.033 euros.

Exculpa a su mujer e hija
Roca ha señalado que parte del dinero "era mío", pero ha asegurado que no tenía nada que ver con las contabilidades de los archivos Maras; y otra parte era de su esposa "que yo tenía en mi poder". "El dinero lo tenía yo y lo invertí de esa forma", ha asegurado el presunto cerebro de la trama de corrupción, quien ha insistido en que todos los ingresos de los boletos premiados los realizó él mismo y ni su mujer ni su hija se enteraban "de nada".

Pagaba al premiado un sobreprecio
Ha indicado que un primer ingreso en la cuenta de su mujer en dicha sucursal, por valor de 384.000 euros que ha reconocido suyo, se refiere a "un billete de lotería premiado que me ofrecieron, que yo compré y que entregué en la oficina". Ha dicho que "normalmente se paga el importe del premio y se da una gratificación al que te lo ofrece, que normalmente no es el dueño".

Dinero en negro
Sobre otros ingresos en cuentas de su familia, ha explicado que su mujer vendió una vivienda por 619.000 euros, de los que ella recibió 420.000 euros "en A", mientras que los "198.000 euros en B que recibo yo por ese menor precio de venta son los que aplico para comprar billetes de lotería". "Ese dinero por medio de este mecanismo pasa a sus cuentas sin pagar el 45 por ciento que le hubiera correspondido por IRPF", ha dicho.

Se autoinculpa
Ha reiterado que su esposa y su hija "han estado todo el tiempo ajenas, una porque era ama de casa y otra porque estudiaba en Madrid y lo que tenía que hacer era estudiar y aprobar". Ha manifestado que lo hizo a nombre de familiares porque "difícilmente un premio de lotería lo compra una sociedad", pero ha insistido en que su hija no tenía control alguno de la cuenta en la que se hacían los ingresos de dinero.