Si eres padre o docente, sabrás que se acerca a las aulas la celebración del Día de la No Violencia y la Paz, el próximo 30 de enero. La actividad suele reunir al alumnado bajo lemas genéricos, vistiendo de blanco y dibujando palomas de la paz al son de John Lennon, y contando con menciones a conflictos y guerras sangrantes que puedan herir la sensibilidad de los pequeños.

Sin embargo, en Andalucía, la Consejería de Educación ha enviado una circular para sumarse a esta iniciativa, “invitando a toda la comunidad educativa de Andalucía a celebrar esta efeméride”. La carta de la administración de Moreno Bonilla no menciona conflictos vivos como el de Gaza o Ucrania, tampoco a la violencia de género o a los casos de acoso y bullying escolar…

Pero en la circular de la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional hay una propuesta concreta: sensibilización contra el terrorismo de ETA. Desde la oposición critican que la Junta “instrumentalice las aulas” para adoctrinar y hacer “seguidismo a Feijóo”, lamentan desde Más País Andalucía y desde varios sindicatos.

La circular de la Junta señala que, “hoy por hoy, se hace más necesario que nunca poner en valor el proceso de la transición (…) como proceso exitoso de concordia política”, para a continuación, encumbrar el proceso con la mención a la Constitución de 1978.

“Dentro del marco de la educación en valores, es oportuno destacar”, continúa el documento remitido a todos los colegios andaluces, “la lacra que supuso para la sociedad civil española el terrorismo de ETA”, “poniendo en valor el sufrimiento de las víctimas provocado por dicho terrorismo, como símbolos de la defensa de los valores democráticos y constitucionales”.

El documento detalla que las víctimas del terrorismo son referentes de la defensa de los principios constitucionales. De entre las 850 víctimas de la banda terrorista, el documento especifica que “es preciso y justo traer a la memoria colectiva a Miguel Ángel Blanco como símbolo del punto de inflexión para el inicio del fin de la banda terrorista ETA”.

Instrumentalización de las aulas

Con las cifras de víctimas rebasando los 25.000 –según la autoridad sanitaria palestina– en Gaza, dónde 8 de cada 10 fallecidos son mujeres y niños; o rondando los 10.000 civiles muertos en Ucrania desde el inicio del conflicto, llama la atención que no haya una sola mención a estos conflictos históricos que, a buen seguro, determinarán las relaciones internacionales de este siglo.

Tampoco hay mención a la lacra social de la violencia de género y la pulsión machista que sienten las niñas en las propias aulas y que tiene como punta del iceberg los asesinatos machistas; 2023 ha sido uno de los peores años desde que hay registros, con 56 mujeres asesinadas.

La reacción a este documento no se ha hecho esperar. Desde Más País Andalucía, la portavoz Esperanza Gómez dice que Moreno Bonilla “tiene motivos de sobra” para hacer reflexionar en el Día de la No Violencia y la Paz como para “recurrir al uso político de las víctimas de ETA”.

Desde Más País no quieren omitir el daño que la “execrable" banda terrorista provocó durante décadas, pero denuncian que “la estrategia” de los populares consista en “instrumentalizar ese dolor” para sacar “rédito político”. Gómez recuerda que, “por suerte”, el de ETA es un terrorismo que ya “no existe”, solo quieren “resucitarlo” para usar a “nuestros niños y niñas para hacerle seguidismo a Feijóo” y ahondar en la estrategia de oposición al Gobierno.

Familias y sindicatos sorprendidos por la “injerencia"

Consultadas varias fuerzas sindicales educativas y la Confederación Andaluza de Asociaciones de Madres y Padres de Andalucía (CODAPA), la tónica es de sorpresa ante la especificidad de sensibilizar sobre el terrorismo de ETA cuando asistimos hoy a un genocidio televisado y muchos centros andaluces han acogido a refugiados de la invasión rusa en sus aulas.

Desde CODAPA hablan de “injerencia” de la Junta en la libertad de centros y padres para celebrar una efeméride que, hasta ahora, había sido transversal. Lo que propone la Junta “no se corresponden con el trabajo que se lleva realizando desde hace décadas por la paz en la escuela pública”, nos explica la presidenta de CODAPA; María Jiménez.

“Nos preguntamos qué se busca con resaltar concretamente el terrorismo de ETA… no entendemos por qué no se habla de otras víctimas”, apunta Jiménez, que también recuerda que los alumnos han crecido en una sociedad sin ETA, es un “terrorismo que queda muy lejos”, cuando tenemos la comparativa de Gaza a diario en el televisor.

Las Asociaciones no entienden la “injerencia” de la Junta en la libertad de Centro y, aseguran, trabajarán por defender que no haya “intereses partidistas con mirada a un ámbito más estatal, en nuestra educación pública andaluza”.

En la misma línea, sindicatos consultados como USTEA se sorprenden de que, por primera vez, haya instrucciones de la Junta sobre los contenidos con los que los centros deben celebrar el Día de la Paz. El sindicato advierte que es “ineludible centrar la atención” en la masacre de Gaza y lamenta que la Consejería trate de “condicionar a los centros educativos para que nos pleguemos a su agenda adoctrinadora”.

USTEA señala la imposición de un “posicionamiento ideológico” que resta autonomía a los centros, en el actual contexto de “fuerte polarización política”. Recuerdan que es lícito trabajar y sensibilizar contra el terrorismo de ETA y el valor de la convivencia a través de la Constitución; pero, para ello, ya se cuenta con el propio día 6 de diciembre o con los ejes curriculares de la Memoria Histórica y Democrática, “pero en este tema, la Consejería no pone, ni de lejos, el mismo interés”, denuncia Carmen Yuste.

Consultada la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, aclaran que su propuesta única no es la violencia de ETA, sino todas. No obstante, la única mención específica en la circular es la ya mencionada arriba. Desde la Junta señalan que fue en enero de 2023 cuando se aprobó la inclusión en el currículo de la Transición española y la Constitución, así como dar a conocer al alumnado la lacra que supuso para la sociedad civil española el terrorismo de ETA.

Sin embargo, esa inclusión afecta a materias concretas que se imparten en 2º de ESO, en la materia de Valores Cívicos y Éticos; en 4º de la ESO, en Geografía e Historia; en Bachillerato, en 1º y 2º, en la materia de Educación para la Convivencia Democrática y en Historia de España. Sin embargo, la Junta propone integrar esta sensibilización específica de un periodo de nuestra Historia en una actividad transversal de toda la comunidad educativa, opacando otros aspectos a sensibilizar.

No estaría de más recordar a las generaciones futuras que, además de ETA y además de los discursos guerracivilistas, hay otras amenazas a la paz y convivencia. No solo hablamos de Ucrania y el telegenocidio en Gaza. Con más de 230 muertes y un emergente número de conflictos, 2022 fue considerado el año más mortal desde el genocidio de Ruanda (1994) y más conflictivo desde el fin de la Guerra Fría. 2023 y lo que llevamos de 2024 van camino de superarlo, no estaría de mal mantener la guerra política fuera de las aulas, el futuro ya tienen polarización de sobra y necesita más imaginación.