El portavoz del Gobierno andaluz, consejero de Presidencia y flamante coordinador general del PP tiene bien ganada fama de hacer en rueda de prensa las afirmaciones más descaradamente inexactas, cuando no falsas o directamente cínicas, sin temblarle la voz ni descomponer el gesto.

En primera su comparecencia como número tres del partido, ayer en la sede central de la calle Génova, Elías Bendodo volvió a exhibir sus habilidades para sortear preguntas incómodas sin despeinarse. Interrogado sobre los resultados de la primera vuelta de las presidenciales francesas, el dirigente popular elogió las políticas de Emmanuel Macron antes de afirmar: “Este PP que dirige Feijóo es moderno y moderado, va a dialogar con todo el mundo y se parece al partido de Macron, que debe seguir al frente del Elíseo”.

Con el desahogo propio de un consumado profesional de las tablas políticas, Bendodo negó que Los Republicanos, el partido clásico de la derecha francesa que en las elecciones del domingo cosechó un desastroso 4,8 por ciento, fuera el equivalente al PP en Francia y su referente ideológico. La negativa del coordinador del PP no andaba lejos del cinismo si se tiene en cuenta que el PP comparte bancada con Los Republicanos (antiguos gaullistas) en el Parlamento Europeo, donde está integrado en el Partido Popular Europeo. En cambio, el partido de Macron, La República en Marcha, está integrado en el grupo liberal europeo, rebautizado a instancias del presidente francés como Renovar Europa.

La identificación del PP con La República en Marcha que hizo ayer Bendodo resulta particularmente desvergonzada si se tiene en cuenta, primero, que ya en 2019 el propio Macron advertía a Cs del riesgo de expulsión del grupo centrista europeo si pactaba con Vox y, segundo, que fue precisamente ayer cuando se materializaba en Castilla y León el pacto del PP que por primera vez en democracia da entrada a la extrema derecha en un Gobierno autonómico.

El cuajo de Bendodo llegó a extremo de aconsejar al presidente español y líder del PSOE, Pedro Sánchez, que prestara atención a lo sucedido en Francia, donde “el Partido Socialista ha cosechado el peor resultado de su historia y está prácticamente condenado a la desaparición”. El hecho de que la derecha gaullista, equivalente a los populares españoles, quedara en una situación no menos comprometida que la del PSF no hizo mella en Bendodo, doblemente consejero ayer en la calle Génova: consejero del Gobierno andaluz y ‘consejero’ del Gobierno central.

Ayer volvió a demostrarlo. Elías Bendodo es un profesional de la política al que pocas veces los periodistas han logrado cogerle desprevenido o con la guardia baja; la única vez que se recuerda tal situación fue en febrero de 2019, recién iniciado el mandato del nuevo Gobierno andaluz de PP y Cs, cuando en la rueda de prensa posterior al Consejo una periodista lo puso en apuros al preguntarle por el alquiler que la Junta seguía pagando a sus altos cargos:

PREGUNTA: "Portavoz, el PP lleva 40 años quejándose de que la Junta de Andalucía pagaba el alquiler de la vivienda a los consejeros del Gobierno que eran otras provincias de fuera de Sevilla, en su caso Málaga. Querría saber si ustedes van a eliminar esa ayuda".

RESPUESTA: "No, en principio no, no está previsto, hum [breve carraspeo], vamos, pediré la máxima de las moderaciones evidentemente, pero [las ayudas al alquiler] a las personas que se tengan que desplazar de otras provincias, pues…, eh, … eso, se deberían mantener".

El vídeo de la pregunta y la respuesta arrasó en las redes sociales. Pero fue una y no más: en lo que va de legislatura, esa ha sido la única ocasión en que la respuesta de Bendodo duró apenas unos pocos segundos y en que su gesto habitualmente cordial y seguro de sí mismo se vio ensombrecido por la incomodidad y el enojo. Si sintió irá contra la periodista, nadie en la sala la notó. Genio y figura.