Despejadas las incertidumbres sobre el traspaso de poderes en el PSOE de Andalucía tras su victoria sobre Susana Díaz en las primarias del pasado 13 de junio, Juan Espadas ve el futuro de su competidora “en el rol de expresidenta”, aunque “deberá ser ella quien decida”.

Es la respuesta que daba anoche Espadas en una entrevista en el programa Acento Andaluz, de 7TV Andalucía, al ser preguntado sobre si Díaz dejará su escaño en el Parlamento para ocupar en el Senado uno de los puestos de designación autonómica.

“Tengo mi opinión y se la he dicho a ella, que ahora tiene el rol de expresidenta de la Junta tras decir que no se presentaría a secretaria general; creo que ella ha asumido que, ahora, su momento político en Andalucía ha pasado, y yo preferiría que tuviera un rol con un escenario diferente [al de seguir en el Parlamento], pero la decisión la debe tomar ella, que es diputada con sus votos, logró representar a la fuerza más votada y tiene toda independencia para decidir. Ella debe explicar su futuro”.

En cuanto a su labor de oposición, Espadas dijo que ahora “nos toca gastar suela para ganar credibilidad y confianza, vamos a hacer una labor de oposición con un proyecto para recuperar el Gobierno de Andalucía, una oposición que alce la voz de los colectivos andaluces, nos conecte con la sociedad y dé a los ayuntamientos más protagonismo”.

Por ahora, la intención del PSOE es “llegar a acuerdos” con el PP “siempre que sea bueno para los andaluces”. La primera prueba para medir esa voluntad de pactar será el debate sobre la ley del suelo. “En esta ley hay algo que compartimos: la agilización de procedimientos. Pero hay cosas en las que no como la protección del territorio o la sostenibilidad”.

Espadas quiso dejar claro que desde el primer momento hay “integración” tras el 13 de junio y puso como ejemplo la rueda de prensa conjunta del pasado lunes con Susana Díaz: “Solo he recibido felicitaciones porque se ha demostrado que hemos hecho un proceso armónico”.

Aunque “habrá cambios de roles y de protagonismos en las portavocías”, el traspaso de poderes tras las primarias manda un mensaje de unidad a la militancia y conjura el riesgo de que el 38 por ciento de los apoyos obtenidos por Díaz pudiera derivar en en una corriente de oposición interna a Espadas.