Cuando en la primavera de 2023 se convoquen las elecciones municipales, Miguel Ángel Curiel habrá cumplido doce años al frente del Ayuntamiento de Hinojos (Huelva, 4.100 habitantes), responsabilidad institucional que compagina con la de secretario de Medio Ambiente y Política Forestal del PSOE de Huelva. Gran conocedor del mundo forestal, Curiel repasa en esta entrevista los grandes desafíos que enfrenta Andalucía en esta materia y los retrocesos habidos durante el Gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla.

-Alcalde, describa en pocas palabras para el lector andaluz de fuera de Huelva las coordenadas básicas de Hinojos.

-Hinojos está en pleno corazón de Doñana, con 8.500 hectáreas de titularidad municipal de un ecosistema único, con 4.500 de monte público mediterráneo, con el 88 por ciento de territorio protegido, lo que permitiría sacar un gran rendimiento turístico.

-¿Cómo afronta un ayuntamiento tan pequeño la gestión de un patrimonio tan grande?

-Muy fácil, el patrimonio forestal tiene hoja de ruta definida que son los planes de ordenación y los planes de aprovechamiento del monte público, pero desgraciadamente en estos tres años y medio los planes de ordenación están caducados y el Gobierno de Moreno Bonilla no los ha renovado. Además, los planes de aprovechamiento no llegan y las inversiones tampoco.

-“Estamos llegando a situaciones límite, con un monte impenetrable y riesgos de incendios”, ha declarado usted. ¿No es un diagnóstico demasiado alarmista?

-Alarmista no, real. Eso te lo encuentras en cualquier monte público de nuestra tierra. Si no desbrozas un pinar, el matorral absorbe la fracción de tierra y la tapa, hasta el punto de que la distancia entre la copa y el matorral es tan tan corta que lo que hay abajo son verdaderos calderines para que, llegado el verano, de una manera u otra aquello salga ardiendo.

-¿Qué es lo más urgente entonces?

-Hay que invertir en mantenimiento y conservación de nuestros montes. Lo que allí hay son seres vivos y, como ser vivo, el matorral crece y si no se desbroza estamos creando zonas impenetrables. Invito a cualquiera a ir a cualquier bosque y lo demuestro.

-¿Aprecia usted un antes y un después con la llegada del Gobierno de PP y Cs o los anteriores del PSOE deberían también hacer autocrítica?

-Evidentemente. Para poder crecer y avanzar tienes que saber en lo que te equivocaste. Yo siempre lo he dicho. Autocrítica total y absoluta. El PSOE sabe que el patrimonio forestal tiene que estar en primera línea de acción política. Además de desbrozar y conservar, el patrimonio forestal necesita también del tratamiento de plagas. La Junta hizo mucho, pero dejó de hacer otras cosas, pero el Gobierno de Moreno ha abandonado el monte.

-¿Puede avalar con cifras ese abandono?

-En 2021, de los tres millones de euros que tiene consignados el Gobierno autonómico para la lucha biológica contra plagas no se gastó ni un céntimo de euro. Esa es la realidad. Yo no alarmo, yo invito a los ciudadanos a que vean cómo se están gestionando nuestros montes, unos montes que hoy son dinero que repercute en ayuntamientos, en la Junta y en las fincas privadas.

-¿El monte debería generar más riqueza y más empleo?

-El 50 por ciento de la mano de obra forestal hoy está desempleada, cualquier empresa forestal de Huelva lo sabe.

-¿Usted sostiene que la Consejería de Medio Ambiente no está ejecutando el presupuesto que tiene?

-Es que no existe Consejería de Medio Ambiente.

-Bueno, la hay con otro nombre.

-No, ahí es donde radica la cuestión. En 2021, esa Consejería ejecutó el 58 por ciento de su presupuesto, esa es la cifra real. No puede haber gente sensible con nuestro patrimonio porque existe Consejería de Medio Ambiente, se la cargaron, ahí emana la clave.

-Si mañana lo nombraran a usted consejero de Medio Ambiente, lo cual es poco probable, ¿qué es lo primero que haría?

-Juan Espadas es quien tendría que plantear la estrategia, pero lo primero que habría que hacer es poner todos los planes de ordenación al día, son la hoja de ruta de nuestros montes.

-¿Qué es lo que contiene un plan de ordenación?

-El plan te dice dónde, cuándo y cómo tienes que actuar en el monte, qué es lo que tienes que hacer en los próximos diez años. El PGOU urbanístico es el plan de ordenación de nuestros montes. El plan te dice lo que tienes que cortar, lo que tienes que desbrozar, lo que tienes que sembrar… y esos están caducados todos. Esa es la primera medida que tomar cuando Juan Espadas sea presidente de la Junta. Y regularizar los planes anuales de aprovechamiento, para generar liquidez y empleo y tener un paquete de inversiones en nuestros montes y de lucha biológica. Así de claro.

-Para todo eso hace falta personal profesionalizado en muchos casos.

-Es que al siguiente día de todo eso, hay que atender a quienes son considerados héroes en verano y villanos en invierno, que son el personal del INFOCA. Aún rula un vídeo del PP de 2018 prometiendo estabilidad y segunda actividad digna, pero lo cierto es que, tres años después, en noviembre pasado los trabajadores del INFOCA se manifestaron ante el Parlamento porque nadie les decía ni les dice nada. Han intentado privatizar un servicio. Hicieron las auditorías para privatizar un servicio que es el mejor dispositivo de España y Europa.

-Alcalde, ¿talar árboles siempre es pecado, como sostienen los colectivos ecologistas más enérgicos?

-Tenemos muchos prejuicios forestales al mencionar la tala de árboles o los autocargadores. Conservar un monte no es no tocarlo, es desde la sostenibilidad dejarle un legado a nuestros hijos que nosotros hemos recibido de nuestros antepasados. No se debe olvidar que un árbol es un ser vivo, que nace, crece, se reproduce y muere, y con la ley forestal podemos sacarle un rendimiento económico. Un pinar crece: si yo me dejo las uñas largas y no me las corto, llegará un momento en el que no pueda hacer absolutamente nada. Eso está pasando con el matorral.

-Hinojos tiene un coto de caza importante cedido al pueblo. Hablemos de caza. ¿La defensa de esta actividad ha sido acaparada en exclusiva por Vox? ¿Es la caza un coto ideológico de la extrema derecha?

-Yo siempre digo lo mismo: los cotos eran cotos sociales, en 1914 el nuestro se cedió al pueblo para comida, vamos. La caza ha ido cambiando, ya no es economía familiar, aunque yo siempre he estado en contra de hablar de diversión, es un aprovechamiento más de nuestro monte para controlar las poblaciones, habida cuenta que si no se hace este aprovechamiento habría sobredimensión de poblaciones y generarían problemas con las fincas y los cultivos…

-¿Usted es cazador?

-Está hablando con alguien que no ha pegado un tiro en su vida, que no entiende nada de escopetas, pero entiendo la caza como un aprovechamiento para el control de una población de animales que por sí sola se dimensionaría.

-Pero la gente adinerada que paga por las monterías no tiene mucho que ver eso.

-Estoy en contra de que un señorito vaya con un coche y le preparen cuatro venados para que les tire. Yo hablo de una caza donde tú vas en busca del animal, a pelear con él, eso tengo que respetarlo porque es un aprovechamiento puro y duro de un monte, igual que lo es la piña, el corcho, la madera o las plantas aromáticas. A veces, no querer dar explicaciones claras hace que lleguen otros con un mensaje mucho más fácil que cala en la sociedad.

-¿Es lo que hace Vox?

-A mí no va a venir nadie de Vox a darme lecciones de caza, ni a hablarme de banderas ni de normas de gestión del monte. Ellos venden humo, pero por desgracia en el tema de la caza se nos ha ido una oportunidad importante porque la caza es rural, las realas son de personas muy humildes de los pueblos que se están ganado su vida dignamente con un aprovechamiento del monte. La caza, si no se regula se crean superpoblaciones, enfermedades, etc. Yo ya hablaba de sostenibilidad en el año 95 y casi me matan. Hoy la sostenibilidad es la palabra que debe estar en todos nuestros aprovechamientos, desde la caza hasta las aromáticas.