En enero de 2025, el sindicato UGT de Andalucía advertía sobre "cientos de miles" de pruebas diagnósticas que registraban un "retraso desorbitado" para realizarse. "Es indignante comprobar cómo se acumulan peticiones" de radiografías, TAC, resonancias, ecografías... "impidiendo el diagnóstico de cientos de miles de andaluces", expresaba entonces la organización.
Hoy, diez meses después, sumidos en plena crisis por el cribado de cáncer de mama en Andalucía y con la vista puesta en otros cribados, como el de colon o el de cérvix, esa advertencia que cayó en saco roto pone de manifiesto que el problema va más allá de nombres propios, sino que se trata del modelo sanitario del PP, como expresan los partidos de la oposición andaluza, que es incapaz de hacer frente a la realidad de la ciudadanía andaluza.
"El retraso desorbitado en la realización de pruebas diagnósticas genera diagnósticos tardíos y recuperaciones más lentas o daños irreversibles, eso es una máxima en la sanidad y una realidad que están ignorando a conciencia desde la Consejería de Salud", denunciaba entonces UGT-A.
Cada centro de referencia en la provincia supera las 20.000 pruebas pendientes
Para evidenciar estas listas de espera, el sindicato puso el ojo en los centros de referencia de cada provincia, donde solo en TAC, resonancias y ecografías, había más de 20.000 pruebas pendientes. Centros de referencia como: el Hospital Regional de Málaga, Puerta del Mar de Cádiz, Juan Ramón Jimenez de Huelva, Torrecárdenas en Almería, Reina Sofía de Córdoba, Virgen de las Nieves de Granada, Virgen del Rocío de Sevilla y el Complejo Hospitalario de Jaén. Es decir, tan solo si tenemos en cuenta los centros de referencia de cada provincia, estaríamos hablando de un mínimo de 160.000 pruebas diagnósticas con retrasos en Andalucía.
Pero, además, en hospitales comarcales también denunciaban situaciones que llevan al límite la salud de los pacientes: "centros con más de 6.000 ecografías pendientes; 100 días de espera para realizarse una radiografía; dos años de espera para una densitometría, colonoscopia o gastroscopia; ecografías de mama con más de 6 meses o un año de retraso". Una situación, se advertía en enero de 2025, que revela un "profundo malestar entre pacientes y profesionales que ven cómo el retraso en el diagnóstico provoca a su vez retrasos en las citas con los especialistas, retraso en la posible intervención para solucionar el problema, más coste en el tratamiento tardío que se aplica y peores diagnósticos y recuperaciones".
Todo ello, además, recabado con datos de manera "extraoficial", como advertía el propio sindicato, porque la Junta de Andalucía lleva sin publicar las listas de espera de pruebas diagnósticas desde 2019, parapetados bajo un "hermetismo absoluto" que oculta el "lamentable estado" del Sistema Sanitario Público. Una acción que "atenta directamente contra la salud de los pacientes", expresa UGT, ya que "hacerse una radiografía, un TAC, una resonancia o una ecografía en un tiempo razonable es poco más que acción imposible".
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