Este legado hernandiano alberga además un conjunto de fotografías, fundamentalmente del poeta y de su esposa, así como una colección de cuadros que conforman un legado pictórico singular, destacando el retrato del poeta hecho a carboncillo en la cárcel, obra del dramaturgo Antonio Buero Vallejo.PARA CONOCER AL POETALa intención de la Diputación de Jaén es potenciar el conocimiento de su obra, de su ejemplo de vida y de sus valores mediante un impulso a la investigación, las publicaciones, el interés por la lectura o las actividades culturales. En este último capítulo, la administración provincial en colaboración con el Instituto de Estudios Giennenses de la Diputación tiene previsto la organización de las I Jornadas hernandianas bajo el título "Miguel Hernández: pasado, presente y futuro", que se desarrollarán los días 16 y 17 de abril, en el Antiguo Hospital de San Juan de Dios. Durante estos dos días, escritores e investigadores reflexionarán sobre la obra de Miguel Hernández y su repercusión en distintos aspectos de la literatura de su época y actual. Gabriele Morelli, Aitor L. Larrabide, Luis García Montero, Rafael Alarcón, Jesucristo Riquelme, Dámaso Chicharro, Fernando Escudero, Juan Carlos Abril y Francisco Javier Díez de Revenga participarán en las ponencias que culminarán con unos diálogos con Miguel Hernández a cargo de Carmen Camacho y Antonio Negrillo.UN POETA Y UN PINTORRafael Zabaleta (1907-1960) y Miguel Hernández (1910-1942) fusionan en Quesada un proyecto cultural de gran prestigio a nivel internacional, basado en el legado de dos de los grandes artistas del siglo XX de nuestro país, coetáneos en el tiempo, y que ahora vuelven a unirse a través de sus creaciones. De este modo, el Museo Zabaleta suma a su colección pictórica la creación literaria de Miguel Hernández.La mirada al mundo rural, a lo cotidiano y a sus paisajes, subyace tanto en la pintura de Zabaleta como en la poesía de Hernández, e incluso, el paso por la cárcel tras la Guerra Civil les asemeja aún más como víctimas de una España oscura en la que el color del óleo y del verso, capaz de despertar sensaciones y sentimientos, era perseguido por el negro de la dictadura. En pleno siglo XXI, cultura y naturaleza hacen de Quesada un rincón de la provincia de Jaén de obligada visita con la que sumergirse en un pulmón verde y enriquecer el espíritu con el arte de quienes supieron trasladar con color y letras la oscuridad de épocas pasadas.CAPITAL DEL TURISMO INTERIORPara Francisco Reyes, el nuevo espacio cultural se suma a la amplia oferta turística que posee la comarca de Quesada, ubicada en el espacio natural más extenso de España, el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, “uno de los grandes polos de atracción turística de nuestra provincia, y estoy convencido de que con la creación de este museo y otros recursos puestos en marcha recientemente como el Centro de Interpretación de la Cultura de la Madera de Vadillo-Castril o el Gran Sendero Bosques del Sur, da un salto de gigante para situarse como un destino de turismo de interior único y aún más atractivo en España”.
Si encabezaba el poeta su célebre 'Elegía a Ramón Sijé' con la no menos célebre dedicatoria "En Orihuela, su pueblo y el mío, se me ha muerto como del rayo...", bien habría podido Josefina Manresa blasonar el recién inaugurado museo que lleva el nombre de ambos con una dedicatoria parecida: "En Quesada, su pueblo y el mío...".Miguel Hernández no nació en Quesada, pero ya es de Quesada. Mucho más que de la tierra valenciana que lo vio nacer pero cuyas autoridades no han querido esforzarse en salvaguardar su nombre ni preservar su legado. Quien ha hecho tal cosa ha sido la provincia de Jaén. Y se siente orgullosa de ello.Como recuerda uno de los paneles del museo, "Miguel y Josefina se conocieron el 15 de agosto de 1933 en la feria de Orihuela, y el poeta, como así le llamaban las amigas de Josefina, acudía a cortejarla a los talleres de costura donde trabajaba. Los poemas y las cartas de su marido permanecieron enterrados en sacos y distribuidos por diversas casas de campo durante décadas. Solo así ha sido posible que el legado literario hernandiano haya podido llegar hasta nuestros días".5.000 MANUSCRITOS, POEMAS, CARTAS...Manuscritos como el del “Cancionero y romancero de ausencias”, de “Dos cuentos para Manolillo”, de poemas como “El niño yuntero”, “Tus cartas son un vino”, o la "Canción del esposo soldado" son algunas de joyas literarias que se pueden contemplar en el recién inaugurado Museo dedicado a la figura del ilustre poeta alicantino Miguel Hernández en Quesada (Jaén), la tierra natal de su mujer Josefina Manresa. Un proyecto que se gestó en verano de 2012, tras suscribir un protocolo de colaboración entre la Diputación de Jaén y la familia de Hernández –su nuera, Lucía Izquierdo, y sus nietos, María José y Miguel– para la entrega a la Administración provincial de su legado, compuesto por 5.000 manuscritos, poemas, correspondencia, dibujos o primeras ediciones de libros, entre otros documentos y elementos personales de este poeta. Y no fue hasta finales de 2013 cuando el ente provincial adquiere el legado del poeta.UNA JORNADA HISTÓRICACoincidiendo con el 73 aniversario de la muerte del poeta, Quesada ha vivido una jornada histórica. En un acto solemne, con la presencia del presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes, el consejero de Educación, Cultura, Deporte, Turismo y Comercio de la Junta de Andalucía, Luciano Alonso, el alcalde quesadeño, Manuel Vallejo, y el presidente de la Fundación Pablo Iglesias, Alfonso Guerra, se abría por primera vez al público un espacio cultural en el mismo museo que alberga la obra pictórica de otro ilustre quesadeño, Rafael Zabaleta."Quesada será a partir de ahora el faro desde el que se irradie la luz hernandiana a todo el mundo y contribuya a que su obra y su figura sean aún más conocidos y reconocidos”, ha señalado Reyes. El presidente de la Diputación ha elogiado “la vinculación entre Jaén y Hernández, Hernández y Jaén", una relación que "se vuelve así indeleble y transversal, porque no sólo somos custodios de su obra y su legado, sino también de los múltiples valores universales que defendió el poeta: la lucha por la libertad, la justicia social, la solidaridad,… y también de otras cualidades personales que atesoraba, como la sencillez, la humildad o el esfuerzo personal”.UNA MALETA LEGENDARIAEntre esos fondos se encuentran cartas del poeta a su esposa Josefina Manresa, o las que envió a compañeros escritores de la Generación del 27 como Vicente Aleixandre y Federico García Lorca, a Pablo Neruda o al gran maestro de las letras del momento, Juan Ramón Jiménez. También hay un espacio para los objetos personales que forman parte del legado del poeta, está la maleta con la que Miguel Hernández viajó a Madrid en 1931 para descubrir un nuevo mundo personal y literario de la mano de los poetas del 27, la élite cultural de la España de los años 30; su máquina de escribir Underwood, con la que mecanografió muchos de sus poemas. Igualmente se encuentra el carrito de madera que el poeta fabricó con sus manos en la cárcel como regalo para su hijo Manolillo, y la lechera de metal en la que Josefina Manresa le llevaba caldo y sustancia de arroz a la cárcel de Alicante.