Según publica "La Voz de Cadíz", el último acto de José de Mier al frente de la Zona Franca se ha visto empañado por el proceso judicial del 'caso Rilco' después de que el Tribunal de Cuentas condenara al exdelegado, Manuel Rodríguez de Castro, y a su sucesor, Miguel Osuna, a pagar al Consorcio 4,3 millones de euros por 4.321.639 euros. Ambos tendrían que responder a ese requerimiento con sus propios patrimonios por las presuntas irregularidades que cometieron durante su gestión entre los años 2000 y 2004.
Pocas pistas sobre su paradero
Hasta el momento Osuna se ha presentado siempre que ha sido citado y tiene su domicilio localizado en Cádiz. Por el contrario, hay pocas pistas sobre el paradero del que fuera su antecesor. Por eso mismo, el juzgado número 4 de Cádiz ha emitido en un auto una orden de busca y captura, tal como confirmó el actual delegado José de Mier, durante el ya tradicional desayuno navideño con la prensa.

"Medidas de aseguramiento"
El Consorcio que ha gestionado en estos últimos siete años ha solicitado al juez una fianza de 600.000 euros o, en su caso, prisión provisional, contra Rodríguez de Castro. Se trata de una petición de establecer 'medidas de aseguramiento'. La actual dirección de Zona Franca justifica esta petición con el hecho de que el exdelegado ha cambiado constantemente de domicilio durante los últimos años y para el Tribunal de Cuentas está en paradero desconocido.

Surge la posibilidad de Rilco
Fue en los últimos años de la gestión de Rodríguez de Castro y ya convencido de que su sillón peligraba cuando surgió la posibilidad de Rilco, un proyecto para promocionar la Zona Franca. Al parecer, el exdelegado favoreció supuestamente a la sociedad Miami Free Zone Services, propiedad del matrimonio Leiva, para ganar el concurso y hacerse cargo del este portal web sin ninguna experiencia previa en soluciones informáticas.

4,2millones
Por lo demás, se firmaron informes favorables sin estudiar previamente la oferta e incluso el propio Rodríguez de Castro aprobó su concesión por un montante de 4,2 millones de euros a pesar de que estaba fuera de sus competencias. Poco después fue nombrado Miguel Osuna como delegado del Estado para la Zona Franca, que inició un leve proceso de fiscalización, pero finalmente decidió continuar por la misma senda de su antecesor.

Siete años después
De Mier admitió ayer que toda la tramitación de este caso ha sido «tremendamente larga». Y aseguró que nunca pudo imaginar que siete años después el tema seguiría coleando. También confesó que «nunca quería vivir con tanta presión, eso no es agradable para nadie».

Entre Panamá y México
Actualmente el exdelegado vive en Iberoamérica, entre Panamá y México. Es habitual de las redes sociales y reconoce ser consejero de varias compañías de televisión e inversor en otras empresas.

La Zona Franca no debe estar vinculada
En general, ha sido un proceso lento y penoso y «habría que evitar que se volvieran a producir situaciones de este tipo». Al margen de todo eso, el delegado recalcó que ha intentado olvidarlo en el día a día y ha pretendido que las noticias que pudiera generar la Zona Franca no solo estuvieran vinculadas a la gestión irregular de sus antecesores. «Quiero que la gente piense en este recinto por proyectos como Procosur, por Oromas y por el cambio que ha experimentado», concluyó.