El ‘milagro de Moreno’ va por meses. La incidencia positiva en la economía andaluza de la bajada de impuestos o de la estabilidad política, dos de los mantras que machaconamente repite el discurso oficial del Gobierno andaluz ante cualquier buen dato económico, no acaba de confirmarse en la evolución del paro.

El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo en Andalucía ha subido en el mes de septiembre en 4.866 personas, lo que supone un incremento del 0,64 por ciento respecto al mes anterior, por lo que la cifra de desempleados en Andalucía se sitúa en un total de 763.355.

A nivel nacional, el número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo (antiguo INEM) subió en 13.907 desempleados en septiembre, lo que supone un 0,4 por ciento más. Es decir, casi un tercio del paro total de septiembre es andaluz. 

Ciclo y coyuntura

El empeño de los estrategas de San Telmo en identificar como mérito del Ejecutivo cualquier mejora coyuntural de los indicadores económicos –pese a llevar solo ocho meses gobernando y la mayor parte de ellos con los Presupuestos de sus antecesores– pone en apuros a los portavoces oficiales cuando la coyuntura empeora, como ha sucedido con los datos de paro registrado de septiembre o como ya sucedió con la EPA (Encuesta de Población Activa) del segundo trimestre del año.

Pese a este y otros contratiempos estadísticos en la curva de desempleo, los datos interanuales siguen siendo buenos para Andalucía: el paro ha descendido en 41.243 personas en el noveno mes del año, lo que representa una bajada del 5,13 por ciento respecto al mismo mes del año anterior.

En realidad, ese buen dato interanual es expresión de un ciclo positivo que viene de lejos. Baste recordar que, según la EPA, en 2018 el paro bajó en Andalucía en 126.200 personas, lo que supuso un 13,14 por ciento menos que en el año anterior e incluso convirtió a Andalucía en la comunidad donde más se redujo el paro en términos absolutos.

También entonces, y con la misma falta de rubor, el Gobierno socialista de Susana Díaz apuntaba en su haber una evolución positiva del empleo que más que mérito gubernamental era expresión del buen comportamiento de la economía española y europea.  

De la euforia en abril...

Cuando el paro registrado en abril en Andalucía bajó en 26.225 personas, en consonancia con la serie histórica de ese mes, la número dos del PP andaluz, Loles López, se apresuró a lanzar esta eufórica interpretación: “La bajada del paro en Andalucía es consecuencia de las medidas del Gobierno de Juanma Moreno” que, al contrario que Susana Díaz, está creando “confianza, frente a la desconfianza que antes tenía la gente porque no se fiaba de a dónde iba el dinero público”.

El propio presidente Juanma Moreno tampoco se quedó corto en su valoración de aquel buen dato, obviamente coyuntural: “El cambio en nuestra comunidad –decía– funciona y está generando confianza, lo que se traduce en nuevas y en mejores inversiones de empresarios que dan lugar a nuevas oportunidades y a la creación de empleo”.

...al silencio en julio...

Lo malo es que, solo dos meses después, en julio, se conocía el dato de la EPA del segundo trimestre, que no fue bueno en absoluto: el paro había subido en 6.000 personas en el segundo trimestre en Andalucía, lo que suponía un 0,73 por ciento más que en el trimestre anterior, mientras que en España bajó en 123.600 personas, lo que suponía un 3,7 por ciento menos que en el trimestre anterior.

Aquí el presidente y los portavoces gubernamentales se mostraron mucho más prudentes de lo que lo habían sido solo tres meses antes, cuando se conoció el dato de la EPA del primer trimestre, que fue bueno para Andalucía pero malo para el conjunto de España.

Esto dijo entonces el presidente Moreno: “Cuando uno tiene una hoja de ruta, las cosas funcionan, y por eso Andalucía lidera la creación de empleo (…) el dato de la EPA en España es demoledor y es el indicador más claro del fracaso de las políticas socialistas de Sánchez-Zapatero, mientras decenas de miles de españoles han perdido su empleo, en Andalucía se han creado 15.900 empleos (…) son dos modelos diferentes y hemos demostrado en tres meses que se puede poner orden en las cuentas públicas y dar confianza al talento para invertir”.

...y el contexto de septiembre

Sobre los datos conocidos este miércoles, la consejera de Empleo, Rocío Blanco, se ha limitado a comentar que “no son buenos, pero son los menos malos en los últimos seis años". Se trata, añadía, "de una subida estacionalizada, desgraciadamente para el mercado laboral en Andalucía".

Si ante los datos buenos el Gobierno de Moreno –como en el pasado el de Diaz– eludía cualquier mención al contexto nacional e internacional, ante los datos malos el discurso oficial cambia.

La consejera Blanco ha recalcado hoy que hay que "ser conscientes" del actual contexto nacional --"sin un Gobierno estable y con elecciones a la vista"--, e internacional, con "un 'Brexit' duro y una guerra comercial entre China y Estados Unidos".