Las asociaciones de bebés robados de España, están quejosas del escaso interés que los miembros de la Casa Real manifiestan ante las víctimas. Colectivos de distintas parte de España (Cádiz, Huelva, Madrid, Murcia, Alicante, Cantabria y Galicia) han expuesto ante los medios de comunicación la gran decepción sufrida por parte de las víctimas, tras el desinterés demostrado por la Casa Real hacia su causa.

Petición de una audiencia real
Dichas asociaciones solicitaron la posibilidad de asistir a una eventual audiencia de Su Majestad el Rey, ante la necesidad de ser escuchados, exponer la problemática existente como consecuencia del archivo masivo de las denuncias y requerir el apoyo expreso de la institución a la que representa.

Sin tiempo para ser recibidos
El malestar de las asociaciones se ha hecho más patente cuando la Casa Real ha denegado la audiencia solicitada alegando que, en estos momentos, el tiempo disponible es muy limitado. Esta respuesta ha generado frustración, tristeza e impotencia entre las víctimas, que consideran de escasa sensibilidad la indisponibilidad de tiempo referida, en la medida que estiman inexcusable atender el origen, enjuiciamiento e indefensión que afectan a sus demandas.

Abandono de la Justicia
La asociaciones de distintos puntos de España reclaman el derecho a la investigación de los casos denunciados por sustracción de hijos y hermanos en hospitales y clínicas de España, tanto públicos como privados, y muestran rebeldía ante la Justicia Española por el abandono recibido desde ésta, ante una causa cuya investigación y resolución está más que justificada; “el robo de un hijo”, sentenciando el desamparo del Estado Español hacia las víctimas.

Los padres y madres fallecen sin conocer la verdad
El colectivo de bebés robados de España se pronuncia en nombre de aquellas madres y padres que fallecieron recientemente sin conocer la verdad, y señalan que el verdadero límite de tiempo es el que están padeciendo familiares que luchan con todas sus fuerzas por conocer lo ocurrido con estos niños al nacer. Una lucha que, no falta de innumerables adversidades, también afronta retos como la enfermedad y envejecimiento de las víctimas, que gritan en silencio su pena y dolor cuando ya no les queda tiempo. Son más de cuarenta años de espera, y desde este medio, quieren hacer una llamada desesperada a ese tiempo limitado, clamando minutos de vida que no le impidan sostener la gran tristeza, amargura y condena de haber perdido un hijo, y por ello, tener la oportunidad de luchar en favor de la verdad.