Durante mucho tiempo, y sobretodo, en la campaña electoral el candidato del PP nos obsequió con una larga cambiá, cada vez que se le interpelaba por sus propósitos de gobierno. Por lo visto el común del elector prefirió “un no sabe, no contesta” o la respuesta baladí. Ni cien días han pasado, para que se desvelaran con los hechos sus mentiras  que ahora se  convertirán en piadosas, o las  querrá transformar en materia de olvido. Lo cierto es que se instituyen el recorte y el mandoble, eso sí con más prudencia por eso de la marca España.

Los académicos que no amaban a las mujeres
La Academia de la Lengua Española pertrechada de un lenguaje sexista, podía ser el cuarto episodio de Stieg Largson. Invariablemente obsoleta la Institución, ha corrido que vuela, para poner orden, fijar y dar esplendor al catálogo de sugerencias y matices al uso del idioma español para evitar la discriminación sexista, promovidos desde distintos ámbitos institucionales y por colectivos bien documentados  de mujeres. Los mandamases quieren evitar desde los avatares del poder lingüístico, que cualquier día, se plante en su estrado alguien que empiece un discurso de ingreso con el “Queridas académicas”.