El discurso de Cs ante la previsible pérdida de la Alcaldía de Granada, de la cual culpa al PP, no es “como pierda Granada, atente a las consecuencias”, sino más bien “por favor, sé sensato y no le entregues la ciudad al PSOE”.

Así cabe resumir el espíritu de las palabras de hoy del vicesecretario general de Ciudadanos y portavoz adjunto en el Congreso de los Diputados, Edmundo Bal, que asegura que no hay que dar por sentado que su partido vaya a perder definitivamente la Alcaldía de Granada, aunque no ha explicado cómo piensa evitarlo.

Bal ha instado a los concejales del PP que reventaron la coalición que "vuelvan al Gobierno de Granada" y retomen el acuerdo con Cs. "En estos diez días [hasta que se celebre el pleno municipal donde tendría que producirse el relevo de Luis Salvador], otra vez hay que volver a pedirle al PP que sea sensato y que no dé la Alcaldía de Granada al PSOE como lista más votada; sería una actitud irresponsable".

No es probable que en Génova se hayan echado a temblar precisamente tras escuchar las dulces admoniciones desgranadas por Bal en una entrevista en Onda Cero, recogida por Europa Press.

El Ayuntamiento de Granada celebra este viernes un pleno extraordinario y urgente para la toma de conocimiento de la renuncia de Luis Salvador (Cs) como alcalde de la ciudad, un puesto que ha decidido abandonar por considerar "inviable" seguir gobernando con el apoyo de un único concejal.

Los seis representantes del PP -el séptimo, Sebastián Pérez, abandonó hace semanas el partido- y otros dos de Ciudadanos que conformaban el Ejecutivo granadino lo abandonaron a principios de junio después de que los 'populares' exigieran a Salvador que les cediera la Alcaldía y él y Cs se negaran asegurando que no es eso lo que pactaron al comienzo de la legislatura.

Nunca hubo un dos más dos

Sobre esta cuestión, Bal ha reiterado la posición de la formación naranja, que siempre ha rechazado que al PP le corresponda encabezar el equipo de gobierno local durante los dos próximos años. En Granada "no llegamos a ningún acuerdo de dos más dos", sino que el pacto "llevaba consigo que la Alcaldía iba a ser ocupada por Cs durante cuatro años", ha subrayado, añadiendo que en otros Consistorios ambos partidos sí acordaron turnarse.

Si el PP, tras requerírselo Ciudadanos, "no exhibe ese acuerdo de dos años y dos años" en el que basa su reivindicación, significa que "no lo había", ha concluido. Según ha indicado, este es el único motivo que los 'populares' exponen para justificar su salida del Ejecutivo municipal, ya que no han dicho que este "vaya mal" o que los granadinos estén descontentos con la labor de la coalición.

Desde el PP admiten que no hay ningún papel firmado, pero aseguran que, antes de tomar posesión como alcalde, Salvador se comprometió verbalmente con Sebastián Pérez y con ediles del PP como testigos, a cederle el bastón de mando transcurridos dos años. Aun así, cuando Pérez quiso hacer valer semanas atrás ese compromiso de Salvador, el PP no lo secundó en su reclamación: por eso ha abandonado el partido.

El papel de Hervías

Respecto a Manuel Olivares y Lucía Garrido, los dos ediles de Ciudadanos que abandonaron el equipo de gobierno en Granada, y a los diputados de Cs en la Asamblea de Murcia que rompieron con su partido y apoyaron al PP frente a la moción de censura que la formación naranja promovió allí junto al PSOE, el vicesecretario general considera que esas salidas son el resultado de "la operación que puso en marcha el PP" contra Cs y para la cual "fichó" a Fran Hervías, que era el secretario de Organización en la etapa de Albert Rivera.

Esa operación "está dando lugar a este tipo de situaciones, que cada vez son menos", y además "creo que al PP no le va a venir bien, porque está dando una imagen lamentable con esta operación" y "ha abandonado el Pacto Antitransfuguismo", ha señalado.

A su juicio, el PP debería comportarse como "un partido serio", en lugar de "aprovecharse de los tránsfugas" de Ciudadanos, a los que ofrece "determinados puestos, prebendas y salarios a cuenta de defraudar la voluntad de los electores" que votaron a la formación naranja.

En cualquier caso, Bal ha afirmado que quienes permanecen en Cs, que "se han tomado esto como un ataque", están "absolutamente comprometidos con el proyecto del partido", y está seguro de que, tras la convención política que celebrará la formación naranja el 17 y el 18 de julio, "la gente va a estar más convencida y comprometida" todavía.

Madrid y Castilla y León no peligran

En cuanto a los motivos de Ciudadanos para mantener sus alianzas con el PP pese a la actitud de este partido, ha explicado que los gobiernos de coalición de Andalucía, Castilla y León y la ciudad de Madrid "están funcionando muy bien", ambas partes están cumpliendo los acuerdos "con lealtad" y, además, hay "sintonía personal" entre los dirigentes de los dos partidos.

"Nos debemos a los ciudadanos que nos han votado y, en esas alianzas de gobierno, cumplimos con ese compromiso con los ciudadanos", ha manifestado, recalcando que en la formación liderada por Inés Arrimadas no están "pensando en réditos electorales".

A la pregunta de si muchos cargos de Ciudadanos abandonan el partido, algunos para irse al PP, porque la marca está devaluada, el diputado ha respondido que "el futuro de Cs es el futuro de cualquier partido liberal en Europa", aunque en España tiene la dificultad añadida de "la polarización y la crispación" que otros partidos promueven para dividir a los españoles en "rojos y fachas".

Bal ha precisado que el espacio de los "liberales" se sitúa "entre la derecha conservadora y la izquierda socialdemócrata" y que su horizonte no es tanto gobernar con mayoría absoluta, porque eso "no se da en ningún país de Europa". De lo que que se trata es de conseguir un número suficiente de escaños como para poder pactar con los otros dos partidos y obligarlos a "centrarse, moderarse y adaptar la política del país a los principios del liberalismo", "ese es el objetivo que debe tener Ciudadanos, ser decisivo en el Gobierno de España", ha argumentado.