Cuando la policía “caza” a una persona con “las manos en la masa” en plena faena delictiva, los abogados suelen recomendar que, a pesar de las evidencias, se niegue todo y se declare inocente. Igual es ese manual casero de que ante una infidelidad entre parejas y viendo ante sus ojos el cónyuge engañado/a el rostro del consorte yaciendo, el engaño se decline con el típico “No es lo que tú piensas. Déjame que te explique”.

Valga estos ejemplos clásicos para intentar entender la reacción de un gerente de Hospital público de la Junta de Andalucía (cargo designado por la Consejería de Salud y Familias) tras revelar un medio de comunicación que no siendo personal sanitario de riesgo ni de primera línea, se vacunó nada más que llegar las vacunas, el 5 de enero. También a este cargo de libre designación se le administró la segunda dosis el 26 de enero.

Directivos del hospital se cuelan en la administración de la vacuna

Esto sucedió en el Hospital de Riotinto, centro sanitario de Huelva, público y dependiente de la Junta de Andalucía. Su gerente, Rafael Perea, actual militante del PP y que fue concejal por ese partido en el ayuntamiento, cargo del que dimitió a los pocos días de tomar posesión del acta, junto a su equipo directivo recibió la primera dosis de la vacuna contra el Covid antes que oros sanitarios del mismo centro que no solo están en labores asistenciales sino que se considera personal de primera línea.

Como otros casos inmorales de ese tipo acaecidos en España, un medio de comunicación investigó y desveló lo sucedido. Se trata de la revista La Mar de Onuba. En una información del propio director, Perico Echevarría (Perico Pan en redes), este desvelaba que Perea y su equipo se vacunaron el 5 de enero y la segunda dosis la recibieron el 26 de enero. Se da la circunstancia de que algunos profesionales de primera línea no recibieron la primera dosis hasta el 11 de enero.

Inconsistente respuesta de la Junta

Tras publicar “La Mar de Onuba” esta información, la Delegación de Salud Junta de Andalucía simplemente “aclaró” que se había llevado a cabo ya la inmunización de toda la plantilla de profesionales, información que personal del Hospital negó de forma rotunda, según este periódico.

Los agraciados con el premio de la vacuna anticipada han sido el Director Económico Administrativo, el Subdirector Económico Administrativo, el Director de Enfermería y la directora Médica, siendo esta última la única que ha compaginado su labor directiva con la atención directa a paciente. Fuentes de la plantilla del Hospital de Riotinto negaron que tanto el gerente Rafael Perea y los otros miembros del equipo directivo (excepto la directora médica) hubieran realizado laborales asistenciales y de atención directa desde el inicio de la pandemia. 

Pero la segunda parte de lo sucedido vino con la respuesta del Gerente del Hospital a lo revelado por la revista. Lejos del “No es lo que tú piensas. Déjame que te explique” de los infieles, de negar lo sucedido o desmentir los datos aportados por la revista, Rafael Perea intentó matar al mensajero arremetiendo de manera feroz, con insultos y amenazas, contra el director de “La Mar de Onuba” en su perfil de Facebook. Entre las “acusaciones” al director Perico Echevarría de estar “a las órdenes de Susana Díaz”. Posteriormente lo tilda de “rastrero”, de “personaje como este” y de que “para comer” el director de la revista “tenga que buscar en la basura”. Por último, ¿cómo no?, amenaza con emprender acciones legales contra Echevarría para que las “historias clínicas de los profesionales sean respetadas”.

No muy lejos de allí, a poco más de 60 kilómetros y en la misma provincia de Huelva, la concejala socialista de Bonares, dimitió de su cargo tras exigirlo el mismo partido en el que milita su responsable sanitario, el Partido Popular. Hasta el momento ni el PP de Huelva le ha pedido que lo haga ni Perea ha manifestado su intención de hacerlo. Tal vez aplique aquello de “Consejos vendo que para mí no tengo”.