Todavía no han trascendido muchos detalles de los sucedido, aunque Marbella se ha visto de nuevo impactada por un nuevo asesinato cometido a sangre fría, en plena calle y a una hora tan poco discreta como las dos de la tarde.

Un hombre de unos 40 años, al parecer de nacionalidad bosnia, caía abatido a esa hora en la calle Arturo Rubinstein, situada en un barrio acomodado, por los disparos de otro hombre que huyó caminando, como sin prisas, tras cometer el asesinato. Varias llamadas de particulares alertaron al 112, cuya ambulancia nada pudo hacer ya por su vida.

Medios locales afirman que una testigo habría visto al asesino disparar a su víctima a bocajarro, oculto el rostro tras una mascarilla y con la cabeza cubierta con una gorra. Lucía un corte de pelo estilo militar y vestía pantalón corto oscuro y una americana también de color oscuro.

El modus operandi recuerda a otros crímenes cometidos por sicarios en la Costa del Sol en ajustes de cuentas relacionados con el narcotráfico. Entre finales de noviembre y principios de diciembre del años pasado y en apenas dos semanas, tuvieron lugar nada menos que tres asesinatos a tiros en Marbella. El último ocurría el 11 de diciembre, cuando varios hombres dispararon a quemarropa contra un hombre de unos 60 años y nacionalidad francesa.

La presencia de elementos mafiosos en Marbella y la Costa del Sol no es nueva. No en vano, el libro 'Cosa Nostra: las mafias de la Costa del Sol', del exdiputado de IU Antonio Romero, ha cumplido ya once años desde su primera edición.

El libro es un recorrido por la implantación de las organizaciones delictivas en el litoral malagueño y en sus páginas se denuncia que siempre han existido demasiadas facilidades para la proliferación de las mafias en la Costa del Sol, cuya cercanía un paraíso fiscal como Gibraltar y a un punto crucial de la geografía del narcotráfico como el Estrecho de Gibraltar favorecen la presencia de grupos criminales en la zona.

Durante la presentación del libro del 2009, la entonces responsable de Cultura del Ayuntamiento y hoy portavoz parlamentaria de Adelante, Inmaculada Nieto, la obra “ponía el dedo en la llaga de uno de los principales problemas que están en la base de la crisis económica motivada, en gran medida, por la especulación urbanística”. Desde las palabras de Nieto han transcurrido once años.