Tras las elecciones de 2015, Juan Espadas logró ser alcalde por los pelos. El PP con 12 concejales y Ciudadanos con tres se quedaron a un escaño de la mayoría absoluta, justo el escaño con que el PSOE (11), Izquierda Unida (2) y la marca local de Podemos, Participa Sevilla (3) sumaban los 16 ediles necesarios para gobernar una Corporación de 31. Pocos dudan de que si el PP o C’s hubieran sumado un concejal más, Juan Ignacio Zoido habría seguido siendo alcalde cuatro años más.

No habrá cambio de alcalde

Cuando acaban de cumplirse dos años del mandato de Espadas, el horizonte para los dos años restantes es más bien incierto. Participa Sevilla e Izquierda Unida han hecho algo más que distanciarse del PSOE: su opinión sobre la gestión de Juan Espadas augura dos años muy difíciles para el regidor socialista.

El riesgo de perder la Alcaldía es, no obstante, muy remoto pues los dos grupos de izquierdas que votaron a Juan Espadas nunca entregarían el gobierno municipal al Partido Popular. Otra cosa es que vayan a dar facilidad alguna a Espadas el tiempo que le queda de mandato.

Presupuestos por los pelos

Para Espadas ya fue un verdadero suplicio sacar adelante los Presupuestos de 2017, hasta el punto de verse obligado a hacer uso de su voto de calidad, un hecho excepcional en la historia del Ayuntamiento. Pudo aprobar las cuentas gracias a los tres concejales Ciudadanos y la abstención de Participa Sevilla. PP e Izquierda Unida votaron en contra. El empate a 14 tuvo que deshacerlo Espadas con ese voto de calidad.

Si los Presupuestos de 2017 fueron bastante complicados, los de 2018 lo serán todavía más. Visto el enrarecido clima reinante entre ambas formaciones, al PSOE no le será fácil convencer a Participa de que vuelva a abstenerse.

El enfado de IU

Este martes,  la dirección de IU de Sevilla capital ha dado por "roto" el acuerdo de investidura y ha acusado al PSOE de "dinamitar" el pacto con un "giro a la derecha" y un alineamiento con "los intereses de las fuerzas inmovilistas", aunque la "gota que ha colmado el vaso" ha sido el controvertido desalojo, el pasado miércoles, de concejales de IU y Participa que se habían encerrado en el Ayuntamiento junto a trabajadores eventuales de la empresa municipal de limpieza Lipasam.

El diagnóstico que hace IU-CA es demoledor: "El gobierno de Espadas se ha caracterizado por el continuismo en la mayoría de las áreas y por la poca valentía en los avances logrados. Hasta la fecha, ni planes de empleo, ni cláusulas sociales, ni parque social de vivienda, ni democracia participativa, ni nada de nada".

El desalojo

Pero lo que de verdad ha indignado a IU ha sido el desalojo "injustificado y desmedido" del Ayuntamiento, durante el cual sus ediles y los extrabajadores eventuales de Lipasam fueron "agredidos” y expulsados: "Se ha echado a patadas de la casa del pueblo a representantes elegidos democráticamente y a trabajadores que reivindicaban pacíficamente sus derechos y sólo pretendían reunirse con grupos municipales de la oposición. Eso no puede quedar impune". De hecho, IU exige la destitución del concejal de Seguridad, Juan Carlos Cabrera.

Participa Sevilla dice no

Por su parte, la portavoz de Participa en el Ayuntamiento de Sevilla, Susana Serrano, atribuye al alcalde socialista "medias verdades y fuegos artificiales" y resume su gestión en "ampliar la Feria y continuar con las políticas" de Juan Ignacio Zoido, actual ministro de Interior.

Serrano no se anda con paños calientes a la hora de evaluar la gestión de Espadas: "Está más preocupado de agradar a su presidenta Susana Díaz, que a la propia ciudad". Los dos años primeros años de mandato han estado “repletos de incumplimientos con todo lo firmado y aprobado".

Participa Sevilla ha puesto en marcha una encuesta para que sus inscritos puedan evaluar los dos años de Espadas y priorizar cuáles son los problemas de la ciudad.

El alcalde se defiende

Mientras tanto, el alcalde Espadas cifra en un holgado 50 por ciento el grado de cumplimiento de lo pactado: "Participa e IU pueden querer ir más allá, pero no decir que están existiendo incumplimientos".  Recuerda, además, que "no existe un pacto de gobierno" como tal con los dos grupos que apoyaron su investidura.

Su opinión sobre el desalojo es menos dramática que la de sus socios de investidura: "La estrategia política y las diferencias por un incidente no pueden bloquear sin argumentos la gestión del gobierno, lo que supone el error más grave de un político. Si estos dos años se dedican a bloquear, los sevillanos no les van a perdonar".