Hace seis meses que el Ayuntamiento de Santander, presionado por la Fiscalía para que diese cumplimiento con la Ley de Memoria Democrática, aprobó un nuevo callejero. Lo hizo, recuerdan los socialistas, no por convicción democrática, sino porque el ministerio público intervino ante la inacción del Ejecutivo local, en manos del Partido Popular. 

“Gracias a esa presión, se aprobó en abril la modificación de calles que aún homenajeaban a la dictadura franquista", explica el portavoz del PSOE, Daniel Fernández. Se hizo, eso sí, "sin consenso  y sin tener en cuenta las propuestas de la oposición". La alcaldesa, Gema Igual, "gestionó el proceso como un trámite incómodo, de forma opaca y sin participación ciudadana, cuando hablamos de dignidad democrática y respeto a las víctimas del franquismo”, lamenta.

Sin embargo, a pesar de ser un listado "impuesto" por la primer edil al verse presionada por la Fiscalía, aún no se ha llevado a término y muchas de las placas siguen ahí. "Nos preguntamos con absoluta preocupación: ¿a qué espera?", expone Fernández, que se plantea si el Gobierno local está aguardando a que la Fiscalía vuelva a intervenir. 

En este contexto, este concejal destaca que la ley de Memoria Democrática "parte de una necesidad de reconocimiento de los Derechos Humanos, según quedó establecido en la ONU" y subraya que el callejero de una ciudad "refleja sus valores".

"No se puede construir una Santander moderna mientras se sigue recordando en las calles una dictadura militar", enfatiza, recalcando que "eso es exactamente lo que el PP está permitiendo por cálculo político y por servidumbre ideológica". Fernández pide a los 'populares' que dejen de "hacerle el caldo gordo a la extrema derecha" y dice que "ya está bien de normalizar el negacionismo democrático". "Que la alcaldesa cumpla con la ley y con su obligación institucional", reclama, al tiempo que precisa que "lo contrario no es valentía ni firmeza: es cobardía”.

Del mismo modo, el portavoz socialista asegura que su partido ha defendido desde el primer momento “una propuesta legal, sensata y respetuosa con la memoria democrática” y pide "hechos", frente a la "parálisis del PP". 

"Santander no puede seguir anclada en símbolos del franquismo", expone, antes insistir en que la alcaldesa ya fue advertida por la Fiscalía por su desobediencia. "La ley está para cumplirse y el tiempo del negacionismo ya pasó. El cumplimiento de la ley no es una opción,  ni un trámite menor. Es una obligación legal y un deber democrático", zanja.  

Las calles cambiadas

Los cambios aprobados hace medio año cambian el nombre de las siguientes calles: Alto de los Leones pasa a denominarse Benito Madariaga; Belchite cambia a José Luis Casado Soto; Brunete a Carmen y Joaquín González Echegaray; Camilo Alonso Vega a José Hierro; Capitán Cortés a Miguel Ángel García Guinea; Carlos Haya a Antonio de Tova y Arredondo; García Morato aJuan Antonio Gutiérrez de la Concha; General Díez de Villegas a José de Bustamante y Guerra; General Dávila a Paseo de Altamira; Alféreces Provisionales a Fray Silvestres Vélez de Escalante; General Moscardó a Bernardo de Miera y Pacheco; Montejurra a Valentín Lavín Casalís; Ruiz de Alda a Juan de Santander; Sargentos Provisionales a Leonor Plantagenet y Zancajo Osorio a Leonor de la Vega. 

Ya en el momento de su aprobación en abril, desde las filas socialistas advirtieron de que solo un 7% de las calles estaban dedicadas a mujeres, frente a un 47% con nombre de hombre.

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