El recuento continúa y la euforia no llega a la sede de Ciudadanos en el centro de Madrid. Los simpatizantes en el hotel Eurobilding, casi en total silencio, no separan la vista de las pantallas gigantes o de sus móviles siguiendo un escrutinio que, de momento, les sigue dejando como cuarta fuerza política lejos de los 45-50 escaños que les daban las encuestas a pie de urna.

Los pocos comentarios que se escuchan en los corrillos son del estilo "que se aparezca la virgen" o "se ha hecho lo que se ha podido" mientras suena una música de tensión y el aire acondicionado enfría aún más los ánimos.

Tampoco contribuyen a subir los ánimos los precios de las bebidas para los asistentes, doce euros el combinado y seis el refresco o la cerveza. Pese al gran despliegue del hotel madrileño, los camareros están teniendo hasta ahora poco trabajo con los simpatizantes de Albert Rivera, otra cosa es los miembros del buffet que han recibido a los centenares de periodistas acreditados con cargo a las cuentas de Ciudadanos.

De forma velada, también se ha escuchado la palabra "derrota" en los corrillos de simpatizantes de todas las edades que esperan en la sala del hotel madrileño a que comparezca el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, lo que se espera haga sobre las 10 y media de la noche para valorar los resultados.