Son, como suele decirse, nuestros mejores amigos. Tanto que en la actualidad, mil millones de ellos co parten nuestra vida. Peludos, fieles, divertidos e inteligentes. La relación entre el ser humano y los perros es uno de los grandes enigmas de nuestro tiempo.

El perro fue al hombre

Ese enigma es el que ahora un grupo de científicos trata de desentrañar. La Universidad de Oxford ha puesto en marcha un estudio en el que pretenden aportar luz al momento en el que el primer perro se relacionó con el hombre y cómo fue ese proceso. En realidad poco se sabe del proceso de domesticación del perro. Hay algunas certezas, El perro, o mejor dicho, el lobo, fue el primera animal que el ser humano puso a su servicio. Pero los científicos no creen que fuera el hombre el que se acercara al lobo. Que un sapiens de hace 15.000 años cogiera un cachorro y lo educara para aplacar sus instintos. Más bien se decantan por la otra opción: Que fueran los lobos los que se acercaran a los hombres. Que un miembro más valiente o más hambriento se hubiera acercado al hombre en busca de las sobras de su comida. Y al comprobar que esa era la forma mas fácil de conseguir alimento, se quedó.

Un ADN escondido

Luego el proceso fue más o menos lógico. Por un lado, los hombres favorecían a los lobos que se mostraban más dóciles, menos agresivos. Estos comían más y por lo tanto, vivían más tiempo y se reproducían más. Ahí surgió el perro. Igual de difícil es estimar cuánto tiempo hace de ese episodio. Hay enterramientos de perros con humanos que datan de hace 13.000 años. Pero, según algunas pruebas de ADN y el análisis de cráneos fósiles, el inicio de esta relación puede retrasarse hasta los 30.000 años. Pero es difícil trazar una línea biológica en el ADN de los perros. Milenios de cruces y sobre todo, la ingeniería genética casera para crear distintas especies que surgió en la época victoriana y que continua hasta nuestros días, dificulta llegar a conclusiones claras.