La verdad es que no tenemos ni la más remota idea de las implicaciones del cambio climático. Algunas ya las conocemos. Otras muchas las estamos sufriendo. Pero de lo que nos queda por descubrir, ni podemos imaginarnos. Y claro, la enorme mayoría serán negativas. Por ejemplo, ¿quién iba a pensar que el cambio climático iba a afectar a los viajes en avión?

Vuelos contra chorros de CO2

Pero así es. Al parecer, el incremento de las temperaturas y sobre todo del CO2 en la atmósfera, hará que los vuelos sean más largos. Si ya es un tortura ir en avión con las condiciones de seguridad y de las compañías aéreas, ahora nuestra mala cabeza con la salud del planeta, también nos va a pasar factura cuando viajemos. La afirmación procede de un expertos en meteorología y en su relación con la navegación aérea. El profesor de la universidad británica de Reading Paul Williams afirma que las altas concentraciones de CO2 en la atmósfera genera fuertes corrientes en chorro. Estas corrientes se hacen todavía más intensas a 10.000 metros, donde los aviones se desplazan.

2.000 horas más en el aire

Williams ha estudiado la ruta entre el aeropuerto JFK de Nueva York y Heathrow, en Londres. Según su análisis, las corrientes fortalecidas por la presencia de dióxido de carbono, acorta el vuelo en dirección al este a cinco horas y media. Sin embargo, aumenta en mayor medida el tiempo de vuelo en dirección contraria, hasta las siete horas. “Estimamos que los aviones transatlánticos estarán en el aire 2.000 horas más al año", asegura Williams. Esto supondrá más de 22 millones de dólares solo en coste de combustible. Pero es que además, se producirá uno de esos ciclos a los que el cambio climático nos está acostumbrando. A más horas de vuelo, mayor consumo de combustible y a mayor consumo de combustible más CO2 emitido. Y encima no es solo que los vuelos serán más largos. También serán peores, porque estas corrientes de CO2 generarán más turbulencias. De hecho, Williams asegura que hasta el doble de las que padecemos actualmente.