Medidas a adoptar
Escribano ha explicado que en el seno de la Asamblea Antinuclear, de la que forman parte CIC-Batá, Ecologistas en Acción Córdoba, Equo e Izquierda Unida, entre otras organizaciones, se acordarán las medidas a adoptar "contra este paso cuantitativo" que representa la intención de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) de doblar la capacidad de almacenamiento de El Cabril, que además supone "una apuesta política clara en favor de las grandes compañías eléctricas, en cuyos consejos están José María Aznar, Felipe González o Elena Salgado, entre otros".
Fukushima como referencia del peligro
Hasta ahora, según ha subrayado Escribano, se argumentaba por quienes defienden la energía nuclear y justifican su consecuencia inmediata, los residuos radiactivos, que "el cementerio nuclear de El Cabril no supone un riesgo para el medio ambiente o la población, a pesar de estar ubicado en una zona de alto riesgo sísmico, pero ahora, tras lo ocurrido en Fukushima, es mucho más difícil mantener esa afirmación", sobre todo, según ha recordado el portavoz ecologista, "cuando los residuos de media actividad tienen miles de años de vida".
En beneficio y en interés de unos pocos
Por eso no se entiende, según ha señalado el portavoz de Ecologistas en Acción, que se mantenga y promueva por el Estado la energía nuclear, pues, "no saben qué hacer con los residuos radiactivos que se producen y, sin embargo, se siguen produciendo, por eso pretenden ampliar El Cabril, para beneficio y en interés de unos pocos, actuando desde la premisa de que en Córdoba se han acostumbrado a ese peligro, mientras que los responsables políticos de la zona lo único que hacen es pedir más dinero" por tener allí la instalación.
Una barbaridad de convenio
En este sentido y en relación con la pretensión de la alcaldesa de Hornachuelos, María del Carmen Murillo, de suscribir con Enresa un convenio socioeconómico a raíz de la ampliación de El Cabril, Escribano entiende que eso supone "una barbaridad, pues no hay dinero que pueda compensar un accidente nuclear, sobre todo cuando la alcaldesa no está poniendo en riesgo únicamente la salud de sus electores, sino de muchísimas más personas", en cientos de kilómetros alrededor de El Cabril y "durante varias generaciones".