Podemos Castilla-La Mancha, donde la formación morada cuenta con tres diputados nacionales y dos regionales que sustentan al Gobierno socialista en la comunidad, además de numerosos concejales, se ha convertido en un auténtico polvorín a punto de saltar por los aires ante lo que parece una irreconciliable relación de la mayoría de los llamados círculos ciudadanos con el coordinador autonómico y parlamentario en las Cortes castellano-manchega, José García Molina, que ya “solo tiene el apoyo desesperado de Pablo”, reconocen a ELPLURAL.COM fuentes de la cada día más extendida corriente crítica contra el oficialismo de la formación morada en este comunidad.

Falta de transparencia y participación

Está claro, al coordinador “no lo quieren ni en su casa”, ironizan las fuentes, cuyas apreciaciones no distan mucho de las expresadas por el compañero de bancada de Molina en las Cortes de Castilla-La Mancha, el guadalajareño David Llorente, que no oculta sus diferencias con su jefe regional de filas, refrendadas una vez más ante los medios de comunicación, en este caso en una entrevista dominical con Europa Press donde el parlamentario ha mostrado su intención de apoyar y trabajar por la “transparencia, la claridad, la horizontalidad, la participación con los círculos, con las bases, con los compañeros que trabajan en el municipalismo alternativo y también con los movimientos sociales”, algo que, hoy por hoy, parece no existir para Llorente que, además está convencido de que “hay sectores amplios de la militancia que apoyarían de forma mayoritaria una propuesta en estos términos”.

Debate abierto sin divisiones

El parlamentario por Guadalajara se esfuerza en la misma entrevista por asegurar que su intención no es “contribuir al relato de la división y el enfrentamiento que desde algunos medios se trata de imponer en cualquier cuestión relativa a Podemos”, asegurando, después de matar al mensajero, que su relación con el líder del partido en Castilla-La Mancha, José García Molina, “es cordial y de trabajo conjunto en el Grupo Parlamentario”. Para Llorente, desde hace tiempo hay un debate abierto “en la militancia sobre la necesidad de retomar o reforzar la movilización en la calle, de ahí la necesidad de no recluirse en las instituciones sino construir un partido abierto a la participación”.  En su opinión, esos son los aspectos “sobre los que hay que avanzar”, ya que “realmente falta mucho camino por recorrer para construir e impulsar al partido como alternativa de Gobierno”. 

Todos contra Molina

David Llorente pude suavizar todo lo que quiera la situación de Podemos en Castilla-La Mancha, pero la realidad es que la formación morada está a punto de la escisión, o cuando menos de la atomización de grupos que difícilmente pueden alcanzar acuerdos entre ellos, como lo prueba la aparición de la corriente Imagina Podemos, que hace unos días se dirigía a Pablo Iglesias en los siguientes términos: “Castilla-La Mancha fue la tercera comunidad donde conseguimos menos votos en toda España”, para seguidamente añadir, “la situación aconseja más un cambio de timón que continuismo”,  por lo que dicen no entender el apoyo de Iglesias a los actuales dirigentes, expresado en la inauguración de la Universidad de Otoño de Podemos el pasado 18 de noviembre, hecho que consideran “preocupante”  para la “imagen” de Iglesias y del partido, al mismo tiempo que estiman “peligroso apoyar explícitamente la reelección de García Molina”, quien decidió romper el pacto de legislatura con Page “sin contar con los militantes de Podemos”, concretan.

Liberados, enchufados y otros

Imagina Podemos recuerda al olvidadizo coordinador nacional de Podemos que el Consejo Ciudadano Autonómico funciona sin el quórum preceptivo desde hace más de un año, a lo que habría que añadir la  “más absoluta opacidad relativa a la contratación de los nueve liberados” por el partido y por el grupo en las Cortes, dicen. Por otro lado, recuerdan que el líder regional cambió “de forma arbitraria y antiestatutaria” a un candidato elegido por primarias en las últimas elecciones, práctica bastante usual en Podemos y  que se ha llevado a cabo en otros territorios con las consiguientes polémicas. Los críticos concluyen su misiva con un llamamiento al “compañero Pablo”, que con su “declaración pública de apoyo a José García Molina para su reelección como secretario general de Castilla-La Mancha cabría interpretar que apruebas estas prácticas y, desde luego, dejas claro que no quieres que salgan elegidas otras personas tan legitimadas para postularse como él”.