El verbo "vacilar" admite otra acepción libre más allá de la coloquial "estar indeciso o titubeante". Cuando se interpreta en un contexto determinado significa "tomar el pelo a una persona o decirle cosas graciosas en tono serio". Y algo así aconteció durante la sesión plenaria del pasado jueves del Ayuntamiento de Torremolinos.

Corporación variopinta con individualidades peculiares
El pleno comenzó y transcurrió con formas tensas desde su inicio hasta el final. La situación política no es para menos. La propia correlación de fuerzas en el Consistorio es compleja. Un equipo de Gobierno compuesto por 7 concejales socialistas (incluido el alcalde, José Ortiz); 10 concejales el PP, gran parte de ellos de longeva y vetusta presencia en la Corporación; 4 ediles originarios de Ciudadanos (uno de ellos en el Grupo de no adscritos, la portavoz oficialista y del aparato del partido, otro indisimuladamente inclinado al PP -recibe un magnífico sueldo de la Mancomunidad que preside precisamente la portavoz popular de Torremolinos- y otro, anclado en la duda hamletianaideológica, en constante "Viaje político a cualquier parte" que le ha llevado del PSOE ha hacer escala en UPyD y ahora, "tiro porque me toca” y a media pensión con los naranjitos). Le sigue la plataforma local CSSP integrada por Podemos, Equo y La Gente con 3 ediles y finalmente IU con un concejal.

Un PP sin interiorizar ni asumir su derrota y en permanente "modo bronco"

Con esa panoplia de colores y con un PP capitidisminuido y cabreadísimo por haber perdido una de las más importantes alcaldías andaluzas habiéndola ocupado 20 años, se entiende el nivel de bronca. Ello sumado a las distintas auditorías del pasado que afloran, comisiones de investigación, supuestas irregularidades que empiezan a conocerse, efectos colaterales judiciales y división cainita del partido al mando del anterior alcalde y presidente local del PP, provocan que los populares se hallen en estado de fase siguiente a la senectud política y que ese estado de ánimo horribilis se refleje en los plenos con intervenciones bruscas, crispantes y de tono duro.

El concejal popular "devorador" de libros marxistas
Con este escenario se llega al pleno corporativo del 30 de marzo. La tensión sobrevolaba desde el inicio. Casi se podía cortar con un cuchillo. El primer escarceo lo indica nítidamente. Viene a cuenta de la gestión directa que va a asumir el Ayuntamiento del Palacio de Congresos, una “patata caliente” para las arcas municipales como otro “regalo envenenado” de la herencia recibida. Interviene toda un símbolo histórico del PP y de ese salón de plenos, Ramón del Cid, concejal de Torremolinos desde 1.988 y primer Teniente de Alcalde de 1.995 a 2015. Critica la posición del portavoz de IU, David Tejeiro y de paso “los crímenes en masa del comunismo” en China, URSS, Cuba y “otras dictaduras marxistas”.  Todo temas muy locales, por supuesto.  Tejeiro de IU, le recomienda que “lea más”. Del Cid le responde haciendo gala de haber sido un "devorador" de libros marxistas. Dice que hasta ha leído “Crítica de la razón pura” o El Capital” y a autores tan lejanos de la derecha como Marx, Engels, Gramsci, Togliatti… Risas al descubrir que el abogado y miembro del PP es todo un experto en Estudios Marxistas. Alguien ha recordado después del pleno que parece complejo creer en esa voracidad de lectura "roja" de Ramón del Cid, cuando hace tiempo desveló que "no se había leído la Constitución española completa por ser un tocho… o algo así", nos aclara la fuente consultada.


Momento "vacile": "Tejero" en vez de Tejeiro
En esta trifulca verbal devino el momento “vacile”. Sucedió cuando el mismo concejal del PP replicaba al de Izquierda Unida. Erró o le “vaciló” y en vez de dirigirse a él como “Señor Tejeiro”, en un lapsus linguae, o error calculado -ésa es la duda kantiana-, le espetó un “Señor Tejero”. David Tejeiro, aludido sin duda, le mandó “leer más” y dijo entender la confusión lingüística, ya que para el portavoz del PP, el teniente coronel golpista, Antonio Tejero Molina, debe ser una "figura admirada" y cercana.

Con ese suelo, en el que ya “llovía sobre mojado”, continuó la tediosa sesión plenaria. Del sopor de los ediles los sacó nuevamente, ya en la parte final del pleno, otro enfrentamiento, esta vez más duro, entre el edil del PP, Ramón del Cid y el de IU, David Tejeiro (con “I” intermedia). Proponía IU la celebración institucional del “14 de Abril” como aniversario de la II República y acciones en línea de la recién aprobada Ley de Memoria Democrática de Andalucía. Pedía a los socialistas alguna iniciativa para recordar a las miles de víctimas del tristemente famoso campo de concentración franquista de Torremolinos al que, por cierto, el anterior alcalde del PP nunca le dio tan funesto reconocimiento -hoy Torremolinos mantiene una gran avenida con el nombre de Manuel Fraga y no se ha hecho nada relevante institucionalmente en recuerdo de las víctimas del campo de concentración-. Para el regidor anterior y actual lider del partido, los 4.000 presos, las condiciones inhumanas y los fusilamientos no fueron tales ya que lo hubo fue “un campo de internamiento, no de concentración". El ex regidor llegó a afirmar malhumorado (como es él en estado normal) que "ya está bien del tópico del campo de concentración de Torremolinos. Allí no hubo menores, ya está bien de tergiversar la historia”.

La venganza de IU: Zasca final
En ese debate estaba el portavoz de IU cuando, como respuesta al anterior enfrentamiento con el concejal del PP que le llamó “Tejero” y le recordó los "crímenes masivos" cometidos por el comunismo, introdujo la aseveración, que removió la bancada de los ediles populares y generó sus protestas airadas, de que el “franquismo cometió muchos crímenes y el PP son sus herederos directos". Acción-reacción: Protestas y malas caras entre los populares escandalizados que incrementó el portavoz de IU al seguir narrando hechos de la historia reciente: "Alianza Popular la creó un ministro de Franco, Manuel Fraga, y de AP nació el PP”. Fue el zasca que el concejal de IU había guardado hasta casi el final del pleno por el vacile pepero del inicio. Ya se sabe la frase proverbial, “La venganza es un plato que se sirve frío”.