El coordinador general de IULV-CA, Antonio Maíllo, es partidario de "acelerar" la confluencia con Podemos para construir una "alternativa" capaz de disputarle el Gobierno al PSOE andaluz. Y lo mismo piensa Alberto Garzón que hay que hacer a nivel nacional. Pero donde ellos solo ven bondades, dirigentes históricos andaluces de la federación de izquierdas, agrupados en torno a un espacio de reflexión interna de reciente creación denominado 'IU, sí; con más fuerza', se temen lo peor: “la disolución de IU, su absorción o su supeditación" a Podemos.

La idea central de esa estrategia de Maíllo y Garzón es ‘superar IU’, del mismo modo que 30 años atrás se superó el PCE con la creación de IU, si bien con diferencias significativas que convierten el proyecto en un campo de minas para IU. Al menos eso piensan dirigentes de la vieja guardia andaluza, que observan con algo más que desconfianza los movimientos de ambos dirigentes.

"IU no será fagocitada"

Para el líder de IULV-CA es urgente “la construcción de una marea o bloque andaluz que permita cambiar las cosas y construir un debate político en las próximas elecciones autonómicas que provoque que Susana Díaz tenga que mirar a su izquierda para ver que hay un bloque alternativo que le disputa el Gobierno". Para ello, anunciaba días atrás, será preciso “acelerar la interlocución con agentes que nos trascienden para que se incorporen a este bloque de ilusión por una alternativa de cambio". Maíllo está convencido de que con este proceso IU saldrá "fortalecida" y no "fagocitada" por Podemos.

La visión integradora y la predicción optimista de Antonio Maíllo no son compartidas en absoluto por dirigentes históricos como su antecesor en el cargo, Diego Valderas, el exvicepresidente del Parlamento andaluz Ignacio García, el exalcalde de Córdoba Andrés Ocaña o el exsecretario de Organización de IULV-CA José Luis Pérez Tapia. También suscriben sus tesis otros exdirigentes provinciales como Antonio Roldán, María Martín o Inés Parra.

Para ellos la apuesta de Maíllo y Garzón "supone una huida hacia adelante de una dirección a la deriva, que no tiene otro rumbo ni otro objetivo que la unión con Podemos a cualquier precio y condición". En privado, alguno de ellos recuerda que tras la creación de Unidos Podemos para concurrir juntos a las elecciones del 26J "IU ha perdido visibilidad" de un modo muy preocupante.

Un debate pendiente

Agrupados en torno a la corriente 'IU, sí; con más fuerza', la semana pasada hicieron público un comunicado subrayando que esa unión es "un salto cualitativo que debe ser sometido a debate”, ya que hasta ahora no ha sido sometido “al acuerdo de ningún órgano de IULV-CA".

Los críticos sugieren que o bien se adelanta la Asamblea ordinaria inicialmente prevista para junio de 2017 o bien “se pospone el debate hasta que la Asamblea tenga lugar, refrendando posteriormente las conclusiones del mismo mediante referéndum del conjunto de la militancia de IULV-CA".

'IU, sí; con más fuerza' se teme que Garzón y Maíllo impulsen una hoja de ruta consistente en “la superación de IU para conformar un nuevo sujeto político, utilizando el argumento de la necesidad de eliminar su carácter de partido político y superarla como espacio de confluencia". Los promotores de la plataforma crítica, convencidos de que IU "no está agotada como proyecto político", dejan bien claro que darán guerra: "No nos resignamos a que, con eufemismos y nuevos lenguajes, se avance en la disolución de IU o en su absorción o supeditación a cualquier otra fuerza política".

Fracaso electoral

Valderas y sus compañeros de viaje piensan, apelando a los datos postelectorales del CIS,  que la confluencia electoral el 26J "no sólo no multiplicó, sino que ni siquiera sumó" o que estudios demoscópicos "ponen de manifiesto que Unidos Podemos sólo recoge el 0,7 por ciento de los votantes socialistas decepcionados". Por tanto, "despreciar estos datos es no querer reconocer que la confluencia electoral y la convergencia orgánica entre Podemos e IU no producirían por sí mismas y a corto plazo la suma de fuerzas suficientes para ser hegemónicos en la izquierda ni para superar al PSOE en España y en Andalucía".

Un último argumento es de carácter orgánico: las relaciones de las círculos de Podemos y de las asambleas locales de IU en numerosas localidades de Andalucía "no son precisamente armónicas, sino conflictivas", y esto "se pondrá especialmente en evidencia si se pretende forzar la confluencia electoral y, más aún, la convergencia orgánica, para las elecciones autonómicas y municipales de 2019".