Una nueva OPA sobre el banco portugués BPI, esto es lo que ha anunciado este lunes CaixaBank. Los detalles de la operación, según ha explicado, serán los siguientes: se dará como precio por acción 1,113 euros, el valor del banco se pone en más de 1.600 millones y a la entidad de Isidre Fainé le costará 908 millones si finalmente se acepta todo el capital. Hay que recordar que ya tine el 44% de BPI.

Con esta, es la segunda OPA que lanza CaixaBank por BPI en dos años. Quizás, una forma de desquitarse del fracaso de la primera que, en junio de 2015, no prosperó debido a que Isabel dos Santos, directora del grupo Santoro y propietaria del 20% de BPI consiguió apoyos suficientes para evitar la que la junta del banco portugués levantase los blindajes, unas barreras que sólo le deja ejercer a CaixaBank el 20% de sus derechos políticos mientras que posé un 44%.

Este mismo domingo, Isabel dos Santos y CaixaBank daban por rotas las negociaciones que les abría la opción de vender un 20% a La Caixa a cambio de que BPI traspasase a Santoro el 50,1% del Banco de Fomento de Angola (BFA). Tras la ruptura de dichas negociaciones, Santoro entiende que la OPA es hostil.

Isabel dos Santos es la hija José Eduardo dos Santos, presidente de Angola desde hace 35 años que amasa una amplia fortuna al controlar los beneficios del petróleo del país. 

Ley contra los blindajes como el del BPI

En esta ambiente, el jefe del Estado de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ha sancionado el decreto-ley aprobado la semana pasada por el Gobierno dirigido a evitar situaciones de bloqueo accionarial en entidades financieras, como le ocurre actualmente al banco BPI.

La presidencia portuguesa ha informado este lunes de que la promulgación de esta medida, que dará "a los accionistas de instituciones de crédito la posibilidad de revisar periódicamente la justificación de los límites estatutarios en materia de derechos de voto". Así ocurre en el seno del BPI, donde el límite a los derechos de voto está establecido en el 20 %, lo que en la práctica iguala el poder de sus dos mayores accionistas: el español Caixabank (con el 44,1 % de los títulos) y la inversora angoleña Isabel dos Santos (con una participación del 18,6 %).