En julio de 2011, en la recta final de la segunda legislatura de José Luís Rodríguez Zapatero, el PSOE y el PP llegaban a uno de los pocos acuerdos que se firmaron en los ocho años de gobierno socialista. El acuerdo pasaba por obligar a la Seguridad Social y a las empresas privadas de seguros y fondos de pensiones a informar a cada ciudadano mayor de 50 años, mediante el envío de una carta, sobre la pensión que cobraría.

A día de hoy, esas cartas no se han llegado a enviar. Tal y como confirmaba el pasado 5 de noviembre el secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, la medida se convierte en un punto “comprometido, pero no realizado”.

En la teoría, los ciudadanos mayores de 50 años deberían de haber tenido las cartas en sus buzones a finales de 2014, o eso se supone ya que como cuenta este lunes el diario El País todo estaba preparado para que así fuera.

En la práctica, la carta nunca ha llegado a ser enviada por motivos políticos y electorales, según apuntan fuentes consultadas por el diario. De hecho, hace poco más de un año el Gobierno se planteó convertir la medida en un real decreto y los concursos para enviar los textos ya habían sido adjudicados.

Con las elecciones del 20-D a la vuelta de la esquina, que se conozcan las cifras de las pensiones no beneficiaría al Gobierno de Rajoy. Desde el sector privado, según recoge El País, piensan que a los intereses electorales se une el económico: las pensiones que ellos podrían ofrecer con planes privados superarían a las de la Seguridad Social.

Un portal que no funciona

Con la intención de sustituir el envío de la mencionada carta, la Seguridad Social presentó la web Tu Seguridad Social, un portal interactivo en que se podía ver, de manera aproximada, la pensión que se cobraría llegado el momento.

Pero la realidad se aleja mucho de lo deseado por los promotores de la web. Solo unos días después de su presentación empezaban las críticas. Ni funcionaba adecuadamente, ni las cifras que calculaba como pensiones futuras eran reales. De hecho, permitía el cálculo de cifras muy superiores a la pensión máxima que puede recibir una persona (2.560,8 euros en 14 pagas mensuales en 2015).

A esto hay que sumarle la llamada brecha digital por la edad y es que son precisamente las personas de más de 50 años los que menos conocimientos tienen en relación a internet y las nuevas tecnologías.

Los costes del envío

No es la primera vez que la polémica rodea estas cartas. Tal y como contaba ELPLURAL.COM, en 2012 el Gobierno de Rajoy se gastaba 7 millones de euros entre papelería y manipulación de dos misivas diferentes con las que primero se informaba que se subirían las pensiones y luego, en un segundo envío, que las mismas se recortarían para cumplir los objetivos del déficit.