Albert Rivera y Mariano Rajoy.



Albert Rivera, candidato de Ciudadanos a la Presidencia del Gobierno, ha cambiado de mensaje y de estrategia. A dos meses y medio  de las elecciones generales, que  serán el 20 de diciembre, Rivera ya no veta a Rajoy para poder pactar con el PP. Giro de 180 grados y un desmentido a sí mismo en toda regla. La hemeroteca no perdona y deja titulares como "no pactaremos con un partido que no haga primarias" o "Albert Rivera ve en Mariano Rajoy un problema para que Ciudadanos pacte con el PP".

A girar, a girar....
El candidato de Ciudadanos se ha rectificado a sí mismo y al mismo tiempo se justifica. En unas declaraciones a TVE recogidas por la agencia Servimedia, Rivera afirmó que Rajoy "no está capacitado para abrir una nueva etapa política" pero aclaró que no impondrá al PP otro candidato como condición para que gobierne este partido si gana las elecciones. "No le vamos a hacer las primarias al PP", dijo pero si los votantes "ponen a Rajoy tendrán que elegir entre Rajoy y otros", al tiempo que defendió que su partido puede ser "una alternativa razonable para gente que no quiera más a Rajoy".

Y lo que dijo antes
En una entrevista en el programa Al Rojo Vivo de la Sexta a principios de año, dijo que Ciudadanos podría pactar con el PP pero "en ningún caso" aceptarían que Rajoy fuera el Presidente del Gobierno porque representaba la vieja política, su partido no elige a los candidatos por primarias y no estaba limpiando la corrupción. El 16 de febrero en el programa El Objetivo respondía a Ana Pastor que no pactaría "con quien no  ha terminado la limpieza de su partido y de su Gobierno", en referencia a Rajoy.

El 7 de agosto varios medios titulaban "Albert Rivera ve en Mariano Rajoy un 'problema' para que Ciudadanos pacte con el PP". Unos meses antes, el 16 de Marzo, afirmó que "Rajoy es el Presidente más retrógrado que ha habido".

La 'condiciones' de Rivera
Albert Rivera puso muchas condiciones para pactar en la campaña de las municipales y autonómicas. Unas las cumplió y otras no. Por ejemplo exigía que los partidos celebraran primarias, pero eso no fue obstáculo para hacer presidenta a Cristina Cifuentes en Madrid. Exigió que no hubiera imputados en las listas, y aunque Susana Díaz no llevó ningún imputado en sus listas ni en ninguna candidatura, exigió que Chaves dejara el Congreso y Griñán el Senado, algo que tenía que ver con Pedro Sánchez. A Cifuentes no le exigió que depurara a su número 3 salpicado por la trama Púnica.

Durante las catalanas Rivera anunció que propondrá una reforma constitucional como punto importante de su programa, sin embargo el 12 de agosto aseguró en Barcelona que Rajoy está "incapacitado" para liderar una reforma constitucional.

A día de hoy no es problema que el PP no celebre primarias, que no haya limpiado a fondo el partido y el Gobierno de corrupción y que Rajoy esté "incapacitado" para liderar una reforma constitucional. ¿Quizá el almuerzo al que le invitó Rajoy en Moncloa el pasado 2 de junio empieza ahora a dar sus frutos?