Martínez, un hombre de suerte
Les presentamos a Martínez.
Al tiempo que 'chico fiel' de Fabra, ejercía de alcalde de un pequeño municipio, Vall d'Alba. Y tan cerca andaba de su jefe que hasta se le pegaba su suerte. Si el presidente de la Diputación era conocido por tener mucha suerte con los números de la lotería (le tocó cuatro veces en cuatro años), a Martínez la suerte le llegó de la mano de donaciones y herencias.
Francisco Martínez y Carlos Fabra, cuando los dos eran capo y 'subcapo' de la Diputación de Castellón
Eso es lo que explica él, por lo menos, para justificar el sorprendente aumento patrimonial que le ha llevado a ser propietario de ¡un millón de metros cuadrados de terreno!, de los cuales unos 400.000, que es lo que suman 23 fincas, se inscribieron como donaciones, otros tantos como herencias y tan solo cuatro fincas, que ocupan 80.000 metros cuadrados, se inscribieron como compraventa.
Su madre compra un terreno, se lo lega..., y después se lo recalifican en el pueblo del que es alcalde
Como sucedía con la 'suerte lotera' de su jefe Fabra, tanta donación y herencia en favor de Martíne ha levantado sospechas y los socialistas de Castellón han acudido con documentación a la fiscalía para que averigüe el origen de hasta el último palmo de esta fortuna.., basándose en un modus operandi que a ellos les parece una explicación bastante más realista.
"El modus operandi se suele repetir en varios casos”, apunta Fernando Grande, portavoz de los socialistas de Vall d'Alba, el pueblo del que Francisco Martínez es alcalde. Según consta en el Registro de la Propiedad, denuncian los socialistas, Francisco Martínez inscribió a su nombre en 2002 tres fincas rústicas con una superficie de 86.000m2, ubicadas en la zona del Mas de Lluna. Las tres fincas se registraron como donaciones hechas por su madre.., que había comprado las fincas unos días antes.
Compra que había realizado su madre 'iluminada' por algún espíritu inspirador, porque todo esto sucedió sólo a unos meses de que saliera a la luz pública la intención del ayuntamiento de proyectar una urbanización con dos mil viviendas, hoteles y un campo de golf entre otros proyectos... lo que resultaba muy beneficioso para el nuevo propietario de los terrenos. Y, apuntan los concejales de la oposición, la única persona en el mundo que podía saber un año antes, dónde y cuándo se iba a proyectar esta megaurbanización era, claro..., Francisco Martínez.
Obras convenientemente realizadas en la puerta de su hotel rural
El mismo golpe de suerte también puede tener algo que ver con el próspero crecimiento de empresas como Franvaltur SL, participadas por el propio Martínez, que, curiosamente, se han venido beneficiando de adjudicaciones y de obras pagadas con dinero público. Por ejemplo, en la pedanía Mas de Roures, en 2008, se dio de alta un complejo de turismo rural que consta de cuatro apartamentos y dos casas y que explota Franvaltur. Y, golpe afortunado, unos meses después de abrirse este centro de turismo rural, se iniciaron en la pedanía, con dinero público, las obras para acondicionar la plaza construir una zona de aparcamientos y un parque infantil. Que además están justo delante del negociete de Franvaltur. Las obras las hizo el ayuntamiento con cargo a los Planes Provinciales de Obras y Servicios de la Diputación, donde Martínez, ya hemos comentado, era vicepresidente y donde, otra casualidad, él era precisamente el responsable de Cooperación, el área que se encarga de gestionar y de distribuir estas ayudas.
Golpe de suerte, tras golpe de suerte.., estos son algunos ejemplos, que ha acompañado a Martínez por el mismo camino de Fabra que, como decimos, ahora está en la cárcel de Aranjuez.
