No se conforman, la derecha política y financiera de este país está dispuesta a aprovechar la crisis y las tasas de paro insoportables (la segunda más alta de Europa tras dos años de Gobierno de Rajoy) para liquidar todos los derechos laborales conseguidos durante los 30 años de Democracia. Ni salario mínimo, ni convenios colectivos, ni pagas extras, ni jornada laboral de 40 horas. Lo que persiguen es que el trabajador tenga que aceptar lo que le den y punto. Lo curioso es que nadie habla de limitar los sueldos de los directivos o los beneficios de las empresas. El último en subirse a este carro públicamente es el presidente de la patronal autonómica valenciana y vicepresidente de la CEOE, José Vicente González.

No se puede hablar ni de empleos basura ni de salarios basura
En una rueda de prensa el empresario aseguró que hay mucha gente que ha perdido ya las prestaciones por desempleo (porque llevan más de dos años en el paro) y que eso es un "drama nacional", por lo que esos parados que no reciben ningún tipo de prestación no pueden ponerse "exquisitos", es decir que tienen que aceptar lo que se les proponga. Textualmente afirmó que "necesitamos crear empleo, hay mucha gente que ya ha dejado de percibir las prestaciones sociales por desempleo y eso es un drama nacional". Y ante esta situación al empresario no se le ocurre reclamar al Gobierno que aumente esas ayudas o que ponga en marcha un plan contra la pobreza, lo único que se le ocurre es que ante esa situación dramática "no podemos hablar de empleo basura o salarios basura, no estamos en una situación para ponernos exquisitos".

¿Un salario mínimo de 600 euros es ponerse exquisitos?
Cabría preguntarle a José Vicente González cuánto gana él al mes, cuántas viviendas tiene o cuantos coches. E inmediatamente la respuesta neoliberal nos diría que cómo es empresario tiene derecho a ganar mucho y a pagar muy poco a sus trabajadores. ¿Considera el presidente de la patronal valenciana que exigir trabajar 40 horas semanales por 600 euros al mes es ponerse exquisito? Convendría que aclarara que significa para él, como vicepresidente de la CEOE, que es ponerse "exquisito" y que no. Por cierto que en la misma rueda de prensa elogió la marcha de la economía de la Comunidad Valenciana porque dijo que el paro allí está cayendo más rápido que en el resto de España. Cuando sube más que en el resto de España no dice nada.

Concurso del dislate
González ha sido el último dirigente de la patronal, que parece que salen de debajo de las piedras, en proponer una barrabasada contra los trabajadores. Hace unas semanas, nos sorprendía una prácticamente desconocida Mónica Oriol, presidenta del círculo de empresarios, exigiendo que los jóvenes sin estudios "que no valen para nada" cobren por debajo del Salario Mínimo Interprofesional. Antes que ella, José Ángel Crego, jefe del Círculo Empresarial Leonés, proponía que fuesen, en un arrebato de originalidad, los trabajadores despedidos los que pagaran una indemnización a la empresa que "le ha estado pagando un sueldo y le ha dado trabajo”.

En este carnaval también tuvo plaza propia José Luis Feito, uno de los muchos vicepresidentes de la patronal, quien requería que se le quitase la prestación a los parados que rechazasen una oferta laboral por muy mala que sea y aunque fuese "en Laponia". Pero no podemos despedirnos sin recordar a quien inició este concurso de dislates, el que fuera presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, quien recetó para salir de la crisis "trabajar más y cobrar menos". Es de los únicos que ha visto cumplirse sus peticiones, aunque haya sido desde prisión.