El entrenador del Bayern Munich, Pep Guardiola, durante la rueda de prensa que ha ofrecido esta tarde en un hotel madrileño previa al partido de ida de semifinales de la Liga de Campeones que disputan mañana frente al Real Madrid. EFE



Los alemanes no lo conocen. Ni saben de lo que es capaz. Pep está decepcionado y harto de aguantar a tantas viejas glorias (“elefantes trasnochados”) como Beckhenbauer. Y cuando el de Santpedor dice basta, se acabó. Los alemanes lo comprobarán en breves fechas. Luego llorarán y echarán en falta el tiqui-taca.

¿Pero quién es Beckenbauer?
Cuando fichó por el Bayern de Múnich, renunció a contratos astronómicos (su representante todavía no da crédito a lo que rechazó) que le ofrecían Berlusconi, Abramovich y el jeque-dueño del Manchester City. Pero Guardiola (el mejor entrenador del mundo desde hace años) es así. Y si eligió al Bayern es porque creyó y se identificó con la filosofía del campeón alemán. Y además porque sus dirigentes, todos exjugadores y sus mitos de la infancia, le perseguían y deseaban contratarlo desde hace años.

Pep no entiende nada
Por eso, no es de recibo que el presidente de honor Franz Beckenbauer (enemigo de Johan Cruyff, el padre e ideólogo de Guardiola) anoche en el palco del Bernabéu, ante medio mundo futbolístico, tras consumarse la derrota por 1-0 ante el Real Madrid cuestionara su planteamiento y su sistema táctico: “La posesión no significa naca cuando el rival tiene sus oportunidades. Podemos estar contentos de que el Real Madrid solo nos haya marcado un gol”. Es decir, el presidente de honor del Bayern de Múnich mandó a galeras a su entrenador.

Cuando se vaya, llorarán
Y Guardiola ni perdona, ni olvida. “Si gana la Champions y como el presidente que lo fichó (Uli Hoeness), está en la cárcel por evadir impuestos, pronto los dejará plantados”, comenta a ELPLURAL.COM un colaborador de Pep. Entonces, Beckenbauer y el resto de exjugadores del Bayern que cuestionan cada dos por tres la táctica del mejor entrenador del mundo, se llevarán las manos a la cabeza.

Hoeness no da crédito
El expresidente del Bayern está en la cárcel por evadir impuestos (27 millones de euros), pero de fútbol sabe más que ninguno. Por eso, después de negociar tantos meses con el entorno de Pep, ahora no entiende nada. Y eso que Guardiola, pese a solo llevar meses en Múnich, ya ha ganado la Supercopa de Europa, el Mundial de Clubs, la Bundesliga antes que ninguno, y todo lo que venga.

Rummenigge mima a Pep
Como el presidente de honor, Beckenbauer, chochea, el que ahora manda, Rummenigge, cuida y arropa a su entrenador. Como debe ser. Y más cuando el próximo martes el Bayern puede hacer historia si elimina al Real Madrid y se clasifica otra vez para disputar la final de la Champions League.

Pep, hasta los mismísimos
Lo dicen sus colaboradores. Y encima, su adorado Johan Cruyff repitiendo siempre que le dejan: “Lo del Barça solo lo puede arreglar Pep. Es necesario que vuelva al Barcelona”. Por eso, tras ganar la Bundesliga, como la semana que viene elimine al Real Madrid, como el que lo fichó sigue en la cárcel y con lo que pían los que chochean, pronto Guardiola hará una súper-butifarra a los que inventaron la salchicha. En un par de semanas saldremos de dudas.

Si el listo de Bartomeu no tiene prisa en designar al sustituto del Tata Martino, igual tiene otra alternativa: Guardiola libre y en el paro.