Mohamed Morsi y Mariano Rajoy



El verbo desmesurado y encendido de Esteban González Pons le ha llevado a protagonizar algunas meteduras de pata sonadas, pero eso no le ha hecho cambiar ni un ápice su estilo. Aunque es bastante probable que le gustaría borrar de su pasado al menos un puñado de frases, concretamente las que soltó en un mitin el febrero de 2011. El entonces secretario de comunicación del PP, embarcado con el resto de su partido en una cruzada para desalojar a Zapatero cuanto antes de La Moncloa, se refirió elogiosamente a la revuelta egipicia que depuso a Hosni Mubarak y le dio su particular interpretación en clave nacional.

El PP y las lecciones de "democracia" desde Egipto
"Todos los que amamos la democracia entendemos lo que nos ha dicho el pueblo egipcio, que el ciudadano del siglo XXI quiere democracias de calidad (..) no basta con atender a los ciudadanos cada cuatro años, cuando llega el momento de votar", clamaba entonces González Pons. El popular pedía escuchar a los ciudadanos "siempre" y lanzó la 'bomba': "Desde Egipto nos están recordando también a nosotros que nos queda mucho para que nuestra democracia sea de verdad una democracia de calidad. Lo que yo creo que han pensado el cien por cien de los españoles cuando han visto lo que ocurría en Egipto es que el pueblo cuando quiere, puede, y el pueblo español, quiere".



Ahora las protestas de España le espantan...
Que González Pons ha cambiado de parecer ya lo demostró hace unos meses, cuando el PP ya estaba en el Gobierno central y los que protestaban eran miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca que pedían un cambio en la ley hipotecaria, como también reclaman jueces españoles y europeos, expertos, el Banco Central Europeo... La PAH también presentó una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) con 1,3 millones de firmas para cambiar la ley con los mecanismos democráticos a su alcance. Pero González Pons entonces veía las protestas como "coacciones" al PP y acusó a quienes se manifestaban de pretender "ganar en la calle lo que se ha perdido en las urnas".

¿Ya no hay paralelismos?
Sobre la deposición del presidente Mohamed Mursi, que había sido elegido democráticamente -como Zapatero cuando era señalado en las arengas mitineras del PP-, González Pons no ha hecho todavía ninguna vinculación pública con el caso de España. Morsi llegó a la presidencia hace un año, un período en el que tuvo tiempo de perder casi 30 puntos de popularidad para quedarse en apenas el 26% de aceptación social. Mariano Rajoy lleva poco más de año y medio en el Gobierno y en la encuesta del CIS de junio el 82,2% de los españoles decía tener 'poca o ninguna' confianza en él.