Por primera vez en la democracia, decenas de miles de personas se han manifestado con el objetivo de exigir la creación de un Estado español republicano, federal y laico. Convocada por la Junta Estatal Republicana (JER), la manifestación que bajo el lema “Abajo el régimen monárquico. Por la III República. Contra la impunidad del franquismo. No al pago de la deuda”, ha colapsado el centro de Madrid reclamando la abdicación del Rey Juan Carlos I.

“Urdangarin, trabaja en Burger King”, “Abajo una Alteza con tantas bajeza”, “España mañana será republicana”, “Esta bandera es la verdadera” o “El próximo parado, el jefe del Estado”, han sido algunos de los lemas más coreados en la marcha que ha transcurrido en un ambiente festivo y en la que ha participado el coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, y el coronel Amadeo Martínez Inglés, a quien la Audiencia Nacional condenó hace unos días a una multa de 6.480 euros por un delito de injurias graves contra la Corona.

Participación de Izquierda Unida
Poco antes de iniciar el recorrido de la marcha, Cayo Lara se ha dirigido a los periodistas para asegurar que la Monarquía “está haciendo mucho por el advenimiento de la III República”. En su opinión, España sufre un “grave deterioro de sus instituciones” a raíz del “bipartidismo, los casos de corrupción y un sistema electoral injusto”. Por todo ello, el dirigente comunista ha abogado porque los ciudadanos “decidan quién es el jefe de Estado y cambien la Constitución para hacerla garantista de un Estado democrático en el que toda la soberanía resida en el pueblo”.

 

El coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara. Foto: Izquierda Unida



“Fin de ciclo”
Por su parte, el coronel Amadeo Martínez Inglés, ha reiterado las críticas que formuló en el artículo que le valió la condena de la Audencia Nacional por criticar al Rey “con una desmesura innecesaria” a través de múltiples epítetos despectivos. “Ya es hora de que España entre en la modernidad y acepte la democracia. Lo que hemos tenido hasta ahora no ha sido una democracia, sino un régimen juancarlista. Es el fin de ciclo”, ha señalado Martínez Inglés.

“Un cortijo”
Aunque esta marcha convocada por la Junta Estatal Republicana viene celebrándose de forma ininterrumpida en la última década, es la primera ocasión en que ha sido secundada por miles de personas. En opinión de Antonio Romero -coordinador de la Red Municipal por la III República, presidente del PCE de Andalucía y miembro de la dirección federal de IU- el éxito de la convocatoria guarda relación con el hecho de que la monarquía se haya “convertido en un lastre para la salida de la crisis” y el hartazgo de la ciudadanía ante la actitud de nos dirigentes que son partidarios de que el Estado “pueda heredarse como si se tratase de un cortijo”.

El desgaste de la monarquía
De esta forma, Antonio Romero se refería a los diferentes sondeos de opinión que evidencian el desgaste de la monarquía a raíz del estilo de vida opulento de Juan Carlos I, sus relaciones con mujeres jóvenes, las acusaciones de corrupción contra su yerno Iñaki Urdangarin y la acumulación de incidentes como el ocurrido en Bostwana -donde el monarca se rompió la cadera tras participar en una cacería de elefantes valorada en más de 30.000 euros-.

Opinión mayoritaria contra el Rey
A este respecto, cabe recordar que el 53 por ciento de la población desaprueba la forma en que el monarca, de 75 años, está realizando sus funciones -tal y como refleja la encuesta que recientemente realizó el diario El País sobre la institución monárquica-.

La postura del PSOE
Motivado por este cambio de opinión sobre la jefatura del Estado, el Partido Socialista ha ido variando en los últimos meses su discurso acerca de la continuidad de Juan Carlos I como máxima autoridad del Estado. Prueba de ello son las declaraciones efectuadas por su organización juvenil contra una “institución que tan fácilmente cae en comportamientos que rozan la corrupción o el tráfico de influencias”. Precisamente, Juventudes Socialistas ha manifestado en las redes sociales su deseo de que el Rey abdique de forma inmediata y España se convierta en un Estado republicano.