Le aconsejaron voces importantes del Gobierno germano al presidente del BCE que no hiciera caso de las súplicas de Mario Monti y de Mariano Rajoy, ambos pidiendo árnica a espuertas. Naturalmente, Draghi obedeció y cambió su alocución.

La prima y el subidón
Volvimos, pues, de inmediato, a instalarnos en el espanto. A la prima de riesgo le sacudió de repente un subidón de padre y muy señor mío que perjudicó obviamente a las Bolsas. Rajoy va, desde que entró en la Moncloa, de susto en susto y se ha convertido en un vulgar correveidile.

Detrás de las bambalinas
Sabe el líder del PP que el rescate –su temido rescate- se acerca con rapidez y trata de esconderse detrás de las bambalinas entre frases que no dicen nada y, sin embargo, lo dicen todo. Preparémonos a ver a Rajoy agarrado a su solicitud de auxilio al fondo europeo y cantando loas en honor a los rescates. El vocablo rescate está muy mal visto en la España de Rajoy, pero en breve esa palabra ascenderá a la tribuna del paraíso popular.

Desde 1998 a la actualidad
Juan Manuel González Páramo fue -desde 1998 hasta hace bien poco- el único bancario español de prestigio incorporado al BCE y miembro del comité ejecutivo de tan crucial institución. Draghi lo propuso como presidente del Banco de España.

¿Qué hubiera pasado de ser presidente ZP?
No obstante, Rajoy no movió ficha alguna en este sentido. De esta manera, el Gobierno español se quedó sin un representante fuerte en el BCE y, desde luego, tampoco fue capaz de complacer a Draghi. ¿Qué habría pasado si José Luis Rodríguez Zapatero hubiera actuado -en relación al BCE y, en concreto, a Draghi- tan erróneamente?

Crimen de lesa patria
La fiel infantería mediática lo habría insultado, vejado y condenado a las tinieblas por crimen de lesa patria. La dejación de Rajoy provoca vergüenza ajena.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM