Hay un dato significativo ahora. Hay muchos más datos que vendrán después. Pero todo se puede resumir hoy en una actitud: a los jóvenes estudiantes de Valencia que protestan, la porra.

Lo que está pasando en Valencia es impresentable. Me temo que todos los delegados del Gobierno en todas las comunidades autónomas han recibido una instrucción muy sencilla: no acepten ningún movimiento parecido al del 15-M. Y los delegados y las delegadas han traducido la orden según su sentido democrático del orden público. La delegada del Gobierno en Valencia ha decidido que sólo con porras se puede resolver un debate de orden público. Esta señora no sabe que le pagan para apagar incendios no para avivarlos.

Me cuentan algunos policías valencianos que hubo varios jóvenes que insultaron a sus madres y que incluso les tiraron varias botellas de cerveza. Me asombro. ¿Nadie les ha preparado para que si insultan a su madre ellos no tienen que mover un músculo? ¿No se puede estar sereno cuando te insultan y tienes una pistola en un lado una porra en el otro y un casco en la cabeza? No me creo que tengamos unos policías mal entrenados.

Que no se engañe nadie, conozco la policía algo; eso que nos cuentan es mentira: el choque entre agentes y estudiantes sólo se pudo producir si alguien les dio la orden de apalear. Ningún policía puede agredir sin órdenes de agredir.

Nunca existe una responsabilidad más clara de los mandos como en la Policía, la Guardia Civil o las Fuerzas Armadas: la disciplina está estudiada y aceptada. Si hay violencia, alguien que manda dio la orden de que se usase la violencia. No hay ni un policía, ni un guardia civil, ni un soldado que use la fuerza de sus armas si un jefe no le da la orden de usarlas. En Valencia alguien dio la orden.

Me insinúan que había entre los jóvenes protestantes algunos infiltrados venidos de Cataluña para producir altercados violentos. No me lo creo. Pero incluso si lo aceptase, sería más crítico con la delegada del Gobierno que no supo manejar un incidente menor para convertirlo en un conflicto mayor.

No sé quién es el que ha dado la orden. Porque nadie dude que la Policía, la Guardia Civil y las Fuerzas Armadas sólo usan la fuerza cuando el poder político les da la orden de que la usen. Un jefe de Policía en Valencia ha explicado torpemente la actuación de sus fuerzas. Nunca le reprochéis esa torpeza: la torpe es la delegada del Gobierno en Valencia que le dio una orden (que no nos la cuenta) y que ahora no da la cara para explicar lo que decidió. Es una cobarde.

¿Ha decidido el PP que empiece el tiempo de la porra? ¿Hay delegados/as del gobierno que deciden ir a la violencia policial por libre?

No lo sé, pero me gustaría que alguien me garantizase que no ha empezado ese olvidado (felizmente) tiempo de la porra.