Pedro Sánchez, Víctor de Almada e Íñigo Errejón son una evidencia más del significativo contraste informativo existente en la principal cadena de Mediaset España. Por un lado, rigor, profesionalidad y objetividad en Informativos Telecinco; y por el otro, alarmismo, escepticismo y, quizás, ánimo revanchista, en el TardeAR de Ana Rosa Quintana.
En estos días, hemos visto las primeras cualidades antes referidas a través de Informativos Telecinco, con David Cantero y María Casado al frente, y las segundas, con un escaso margen temporal, durante el súbito regreso de los editoriales made in Ana Rosa para comenzar la semana. Todo ello al tener en cuenta las informaciones sobre el presidente del Gobierno y el comisionista, tras la publicación en El Mundo de una fotografía en la que aparecen juntos, y las denuncias de abuso sexual presentadas contra el exportavoz de Sumar Íñigo Errejón.
Un informativo blanco y sin posicionamientos
En primer lugar, el buque insignia informativo de la cadena abordó tanto la foto de Sánchez y Aldama como el 'caso Errejón' con absoluta rigurosidad y objetividad, contando los hechos conocidos, mostrando las diferentes vertientes y dejando a un lado todo tipo de valoraciones u opiniones.
En la noche de este domingo, Informativos Telecinco confirmó una nueva denuncia contra el exportavoz magenta, asegurando que sería este lunes cuando se presentaría y señalando que existen "una decena de relatos anónimos", que también afirman ser víctimas del político mencionando, en particular, el caso revelado por El Salto.
Y sobre el 'caso Koldo', con la publicación de la foto que para el Partido Popular (PP) confirma la relación entre Sánchez y Aldama, el espacio informativo de Telecinco, siguiendo un mismo estilo, sin comprar el relato ni a los populares ni a los socialistas, y dejando claro que hasta el momento solo hay una imagen sacada en un acto público.
"Se tomó en una especie de pasillo reservado, sí; pero en un acto público. A Aldama se le ve en las filas delanteras, como tantos, buscando la mano del presidente sin encontrarla. Mientras otros aplaudían, él se rascaba la nariz", se afirmó en el reportaje en cuestión.
Con ambos casos, un tratamiento blanco, sin valoraciones, sin opiniones, contando los hechos, lo que se sabe hasta el momento y mostrando las diferentes posiciones. Algo que no se pudo ver horas más tarde nada más sintonizar con la entrega diaria de TardeAR.
La opinión de Ana Rosa en TardeAR, un infotainment de entretenimiento
En segundo lugar, la semana comenzaba para Ana Rosa Quintana y, como era de esperar, el asunto clave de la agenda política no podía quedarse fuera de las escaletas del programa. Como TardeAR es un infotainment por definición, el Código Ético de Mediaset España permite que haya pronunciamientos de este estilo en directo; algo prohibido en espacios de puro entretenimiento.
Si Informativos Telecinco había sido completamente objetivo, en TardeAR se escuchó a su presentadora describir la situación como "rejonazo al núcleo irradiador de la nueva política". Ana Rosa Quintana estableció un símil entra la denuncia de Elisa Mouliáa contra Íñigo Errejón por presunta agresión sexual: "Solo sí es sí. Esta frase resume todo lo que ha pasado con esa nueva política, todo era mentira".
"Vamos a contar mentiras", continuó la presentadora, citando controvertidas declaraciones –puedes consultarlas aquí–. Continuamente repitiendo la expresión "tralará" y completamente alejada del tono neutral empleado en Informativos Telecinco. Y como era previsible, el presidente del Gobierno también tuvo un espacio reservado en el gran regreso de los editoriales de Ana Rosa Quintana.
Después de referirse a Íñigo Errejón, la fotografía del líder socialista y el comisionista salió a relucir: "Febrero de 2024: Pedro Sánchez niega conocer las actividades supuestamente ilegales sobre Ábalos. Hoy le preguntan en la India si conoce a Aldama, que está en prisión, y lo niega mientras los vemos juntos en una foto".
Rigor en Informativos Telecinco como buque insignia: "Las opiniones se las dejamos a otros"
La tercera clave de este análisis obliga a recordar la figura de Francisco Moreno. Su desembarco en Mediaset España como director de Informativos trajo consigo una máxima: mantener "la independencia y el rigor con el que siempre se hizo Informativos Telecinco". Estas declaraciones se pronunciaron en enero del pasado año, coincidiendo con la presentación de Carlos Franganillo como fichaje estelar para el prime time del noticiero.
Con este planteamiento por bandera, Informativos Telecinco pretendía diferenciarse de la competencia contando "los hechos, lo que preocupa a los ciudadanos". Y ya entonces quedó claro que un cimiento inquebrantable iba a ser esa objetividad tan necesario en tiempos de desinformación: "Las opiniones se las dejamos a otros". Básicamente, lo que Moreno evidenció es que su etapa como director comenzaba con un "determinante y vital" trío de baile: "Rigor, ética y compromiso".
Definitivamente, la filosofía de Moreno se trasladó en cascada a todo el equipo de Informativos Telecinco: contar cada día la actualidad del modo más plural posible. "¿Qué sentido tendría hacer lo ya hacen otros? Nosotros tenemos que marcar nuestra propia identidad", aseguró, manteniendo esa esencia heredada de los respetados Juan Pedro Valentín y Pedro Piqueras.
Dualidad en Telecinco, ¿confusión en el espectador?
El contraste entre el rigor informativo de Informativos Telecinco, liderado por David Cantero y María Casado, y el enfoque opinativo de TardeAR con Ana Rosa Quintana queda evidenciado en su tratamiento de temas polémicos. Con un estilo que prioriza la objetividad, el noticiero mantiene una línea informativa basada en el "rigor, ética y compromiso" instaurado por su director, Francisco Moreno, dejando las opiniones al margen.
En cambio, TardeAR se decanta por una narración subjetiva y crítica, cumpliendo las directrices de Mediaset para programas de infotainment. Sin embargo, este contraste se convierte en un gran problema para el panorama informativo de Mediaset España: parece ardua tarea posicionar Informativos Telecinco en la más estricta neutralidad si una presentadora en nómina se pronuncia abiertamente. ¿Qué opina la audiencia?