En Todo es verdad, el programa conducido por Risto Mejide, se vivió este miércoles un momento de lo más inusual y que nunca se había dado en la historia del mismo. Con motivo de la guerra de Ucrania, desde el espacio televisivo se quisieron poner en contacto con madres de soldados rusos enviados a la batalla, aunque la entrevista con una de ellas no salió como esperaban. 

El programa de Cuatro se puso en contacto con la portavoz de las mujeres que permanecen en vilo por la vida de sus hijos en territorio ucraniano, sin embargo, el miedo a las represalias y condenas por parte de las autoridades de su país ha provocado su silencio, por lo que se echó atrás en el último momento de la entrevista. 

"Nos ha pasado algo muy curioso que no nos había pasado nunca hasta la fecha en este programa. Ahora mismo deberíamos de estar entrevistando a una de las portavoces del Comité de madres de soldados rusos, pero el miedo ha provocado que esta entrevista se haya anulado", informaba Mejide a la audiencia. 

"Nos ha dicho que no se podía hacer porque, y cito textualmente: 'Se había vuelto demasiado peligroso'. Una hora más tarde nos confirmaba que esa entrevista iba a ser imposible porque una mujer de esa comunidad había sido detenida y nos dijo otra frase literal: 'Las circunstancias en Rusia ya han cambiado", proseguía, después de varios intentos fallidos por parte del equipo para salvar el contacto. 

"Hacer entrevistas en Rusia se ha vuelto muy peligros, lo siento", llegaba a decir la mujer rusa antes de cortar la conexión con el programa. 

Las mujeres rusas denuncian la represión que viven 

A pesar de perder la comunicación, desde Todo es verdad sí emitieron posteriormente, con previa autorización, una entrevista que le realizaron antes a la misma mujer, aunque distorsionando su voz y eliminando su imagen para evitar que la reconociesen. La emisión se debe a que, en palabras de la copresentadora Marta Flich, la información era crucial y de máximo interés. 

En ella, la portavoz de las madres de soldados rusos enviados a Ucrania denunciaba que están incomunicadas, no conocen la situación real de sus hijos ni la cifra de fallecidos en combate.