La cantante Mirela se encuentra en plena promoción de Inevitable, su nuevo single, que llega cargado de emociones y mensajes que trascienden lo personal. En una entrevista concedida aquí, en ElPlural.com, la artista también ha compartido detalles sobre su participación en la película Wicked, en la que presta su voz al personaje de Elphaba, y ha reflexionado sobre los retos que ha enfrentado a lo largo de su carrera. "Era la señalada del colegio, me dejaban de lado", asegura.
Un canto al desamor con doble significado
Para Mirela, Inevitable es mucho más que una canción sobre el desamor. "Lo que yo quise plasmar en la letra era la relación de desamor que yo he pasado con la música en una etapa en la que no sabía muy bien si era amor u odio lo que sentía", explica. Aunque su experiencia personal fue el motor de inspiración, la letra está concebida para que "cada uno pueda llevarse la historia a su punto".
"Como he dejado atrás esa etapa, ahora me siento con la fortaleza, con las ganas de salir otra vez hacia adelante y estar aquí en este momento". Asimismo, la artista también reflexionó sobre los retos que ha enfrentado en la industria musical: "Nunca me he sentido como un producto porque no he estado tan metida en la industria. Aún así, he vivido situaciones que me hicieron sentir peor que a otros".
De intentar Eurovisión a Wicked: una carrera de constancia
Mirela ha sido siempre constante en su carrera, incluso cuando las oportunidades parecían esquivas. "Sin constancia y trabajo no se consigue nada. Yo he ido muy poquito a poco, pero nunca he dejado de trabajar", asegura. Esta filosofía la ha llevado a explorar diferentes facetas artísticas, como el teatro musical y el doblaje, donde recientemente ha destacado poniendo voz a Elphaba en Wicked. "Es un regalo haber podido poner la voz cantada. […] Es algo un poco épico que queda para siempre ahí grabado”, confiesa emocionada.

La conexión de Mirela con su personaje en Wicked también tiene tintes personales. Empatizó con Elphaba, especialmente "cuando recibe tanto bullying de pequeña en el colegio por ser de un color diferente". "Es verdad que para mí tampoco fue fácil. Cuando yo empecé a cantar, cuando era tan pequeña con 11 años, los niños muchas veces en vez de utilizar eso como algo positivo lo utilizan como algo negativo", recuerda.
"Yo era como la señalada del colegio porque cantaba y me dejaban un poco de lado, como que era la friki, ¿sabes? Entonces es verdad que no fue tampoco fácil todo ese proceso escolar", continúa explicando. Este paralelismo con el personaje refuerza su mensaje de superación: "Me doy cuenta de que no tengo límites y que voy a hacer realmente lo que yo quiero y que no me va a importar nad".
Fiel a su esencia en un mundo competitivo
En un panorama musical cada vez más competitivo, Mirela ha sabido mantenerse fiel a sí misma. "Lo que tenía claro es que no iba a salir con algo que no se identificase conmigo. No me voy a crear un papel de un personaje que no soy yo, porque al final, si yo no me creo ese personaje, el público al que se lo vendo tampoco se lo va a creer", afirma con seguridad.
Respecto a su pasado en Eurovisión, Mirela no descarta volver a intentarlo a través del Benidorm Fest: "Hasta ahora no me he presentado, no lo he hecho ningún año pero no lo descarto. Cuando tenga una base asentada, ¿por qué no?". Primero, la interprete quiere "afianzar" mucho más su carrera para atreverse con esta preselección que nada tiene que ver con las que ella sufrió en carnes propias.
El futuro: "Seguir trabajando, seguir creando"
Mirela tiene claro que no piensa detenerse. "Ahora que me he subido al tren, sigo hacia adelante". Quiere seguir sacando música y compartiendo su arte con el público. También se muestra profundamente agradecida a sus fans: "Son uno de mis motores principales. La acogida y el cariño que he tenido siempre que que que he sacado algo… Han sido superfieles y han estado siempre demostrándome su cariño".
En cuanto a su día a día, Mirela se describe como una persona tranquila pero apasionada: "Me gusta mucho trabajar, rodearme de un equipo y de gente que de verdad me aporte cosas positivas". Entre risas, confiesa que estaría encantada de visitar programas como La Revuelta o El Hormiguero: "Como no he ido a ninguno de los dos… iría a los dos".
Con Inevitable como bandera, Mirela entona un canto al desamor, pero afinando para transmitir fortaleza y autenticidad. Su trayectoria demuestra que, a pesar de los obstáculos, siempre es posible seguir adelante cuando se trabaja con pasión y determinación. Con las reflexiones públicas, la intérprete vuelve a abrirse en canal para todos sus fieles seguidores.