La figura de Marta Riesco es inherente a la polémica tras haberse retransmitido su debacle profesional en la industria televisiva. La defensa de su relación con Antonio David Flores terminó llevándose por delante su puesto de trabajo y, tiempo después, una esperada ruptura provocó que tuviese encontrar un nuevo rumbo vital. Por el momento, la periodista de profesión se dedica a sus redes sociales, espacios donde se ha originado la última controversia que le azota: ha decidido difamar a dos personas anónimas mostrando sus caras, asegurando que son "acosadores".

Mientras que su perfil de Instagram se convierte en algo parecido a la teletienda a consecuencia del sinfín de promociones que realiza, la periodista reservó tres de sus historias para que todo el mundo tomase conciencia de lo que estaba sufriendo: "Se llama O****, es del País Vasco y es una acosadora obsesiva. Me han dicho que tenga cuidado con ella, pero quiero hacer público su rostro para que su familia y entorno sepa a lo que se dedica. Podéis buscarla en Twitter. Cada día, varios tuits de insultos, vejaciones y amenazas". Al margen de este alegato, la excolaboradora de televisión asegura que "está también en manos de la Policía contra el acoso cibernético".

Instantes después, Marta Riesco difundía otra imagen de un hombre que también le estaría haciendo la existencia virtual un tanto complicada: "Al igual que A******. Ahora tiene otra cuenta en Twitter. Se dedica a lo mismo: insultos, vejaciones e intentar hacerme la vida imposible. También está en manos de la Justicia". Para aportar una prueba, la periodista compartió un supuesto audio grabado por este hombre donde se puede escuchar esto: "Es de lo que más me alegro, que ya está en la p*** calle. [Risas] ¡Qué está en la p*** calle! Que ha jugado con mi trabajo, con el de muchas personas y está fuera de Telecinco. ¡Os vais a comer una p*** mierda con las sudaderas por jugar con algo tan grave como es el acoso en redes, como es la salud mental!. Que no tenéis ni puta vergüenza, que sois gentuza de mierda. Y ahora el audio se lo mandas a ella y que me vuelva a poner otra denuncia en comisaría, que veo que estás despierta. ¡Otra denuncia que no va a ir a ningún sitio. ¡Gentuza!"

"Este es el audio que envió hace semanas a mi amiga a las 02:30 horas. Consiguió su número e hizo esto. Mi amiga es víctima de violencia de género y se asustó muchísimo. Ya van dos denuncias en comisaría contra A******. Pido ayuda. Sé que es capaz de hacerme cualquier cosa", escribe Marta Riesco para acompañar el mensaje de audio. De igual forma, menciona a las cuentas de Instagram de Stop Haters, Irene Montero, Gobierno de España, Isabel Diaz Ayuso y Policía Nacional para dar más difusión a este drama. Es necesario destacar que se han omitido los nombres, apellidos e imágenes de estas personas anónimas para la redacción de la presente noticia.

¿Es legal la difusión de estas imágenes?

La situación que está viviendo Marta Riesco es un escollo al que deben enfrentarse un sinfín de rostros conocidos por el gran público. No obstante, ¿qué dice la legislación española respecto a difundir sus imágenes? En España, la protección de datos personales está regulada por la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales. Se establece que el tratamiento de fotografías de personas debe ajustarse a los mandatos expresados en la normativa.

Por regla general, se considera que una persona otorga su consentimiento tácito para su difusión en el momento en el que alguien publica una imagen de sí misma en sus perfiles de las redes sociales. No obstante, en caso de que la imagen sea utilizada para otros fines, es recomendable contar con el consentimiento explícito de la persona en cuestión. Si se trata de imágenes de otras personas, se debería solicitar previamente su autorización para publicarlas o compartirlas. En cualquier caso, es importante respetar el derecho a la protección de datos personales de las personas y evitar la difusión de imágenes que pudieran afectar su privacidad o intimidad.

La propia normativa habla de estas consideraciones como "pautas generales", pudiendo variar en función del contexto o circunstancias específicas de cada caso. Por otro lado, debe tenerse en cuenta lo dispuesto en los términos de seguridad y privacidad de Instagram para conocer la consideración de la red social. Plataformas como YouTube se convierten en propietarias del contenido, avalando en cualquier momento la difusión total o parcial por terceros.