Iker Jiménez se ha mostrado muy crítico con la eliminación de las mascarillas en interiores. El presentador de Cuarto Milenio se ha preguntado si es buen momento o no de tomar esta decisión tomada por el Ministerio de Sanidad y el Gobierno central, tildándola de “un poco precipitada”.

El periodista comenzaba contando que su mujer se contagió de coronavirus después de que su hija enfermara en el colegio, argumentando así que todo lugar no está exento de riesgo: “Ese lugar que era tan seguro... Eso es una mentira increíble porque no hay ningún lugar realmente seguro. Por su parte, Carmen tuvo su fiebre y sus historias. Para algunos es una gripe más, pero yo no he pasado muchas gripes y no creo que sea como una gripe. Es una moneda al aire”, aseguraba ante su audiencia.

Aun así, Jiménez añadía que la situación actual tiende a tomar en cuenta otras cuestiones con mayor relevancia que otras, tales como la guerra de Ucrania: “También se han hechos cosas porque el público está ya en otras. Sé que se hacen cosas porque es mejor que las cosas bajen de un primer plano a un segundo plano”, añadía.

A continuación, sentenciaba que, a su juicio, la medida es “un poco precipitada” teniendo en cuenta la evolución del virus en España: “No sé lo que va a pasar, pero lo vamos a ver porque hay mucha gente que está cayendo otra vez, aunque los doctores nos dicen que la intensidad de los casos, en general, es menor”, reconocía.

“No está hecho con criterio”

El próximo 19 de abril la medida se aprobará en el Consejo de Ministros y entrará en vigor al día siguiente cuando se refleje en el boletín del BOE: ”¿Hay criterio sobre las medidas que se van a tomar? ¿Quiénes son los especialistas que han tomado esas medidas? ¿Bajo qué parámetro? ¿Por qué existe la misma nube negra de desinformación que ha habido con casi todo en la pandemia?”, se preguntaba.

Asimismo, defendía que él “odia” la mascarilla y que no le gusta llevarla, entendiendo así que ve “lógico” que se deje de llevar en algunos espacios en un futuro próximo: “Prefiero equivocarme, pero viendo con los casos que hay, yo no sé si es el momento perfecto de quitarlas. No sé quién decide y no sé bajo qué estudios se decide”, criticaba.

“Con la historia de estos dos años, sospecho y ojalá me equivoque que no está hecho con criterio. Se hace por otros motivos en fechas concretas y no con la conciencia científica de que este es el momento de hacerlo. Es mi opinión personal”, concluía en su reflexión.