El presentador y director de Al Rojo Vivo, Antonio García Ferreras, ha arrancado este jueves el programa de actualidad y debate de La Sexta con una cruz dorada en la mano. Una imagen llamativa, pero con un fin benéfico claro: ayudar a Ucrania. La cruz dorada, con tonos morados, es propiedad de un obispo y ha sido el famoso padre Ángel quien se la ha cedido a Ferreras para que realice una subasta cuyos fondos se destinarán a ayudar a los refugiados ucranianos.

Se trata de una cruz pectoral, o pectoral, que perteneció a Gabino Díaz Merchán, el que fuera arzobispo de Oviedo entre 1969 y 2002. Pectoral es el nombre de las cruces que portan los obispos y el Papa colgando del cuello como signo de dignidad. Aunque hay cruces que se llaman "sencillas", en este caso se trata de una cruz "pontifical", que son aquellas que se usan en ceremonias solemnes y que van adornadas con joyas. De hecho, la pectoral que ha enseñado García Ferreras está realizada en oro y engastada con rubíes y se cuelga con un cordón verde con dorado, el tipico de los obispos.

Díaz Merchán comparte con el padre Ángel las raices asturianas. El sacerdote y fundador de Mensajeros de la Paz es oriundo de Mieres y Díaz Merchán, aunque nacido en Toledo, fue durante 33 años arzobispo de Oviedo. Además, fue presidente de la Conferencia Episcopal entre 1981 y 1987. Fue uno de los primeros en criticar la dictadura y la Guerra Civil, sobre todo en el cargo que le puso al frente de los obispos. Según Díaz Merchán, "la exaltación de una de las partes contendientes en la guerra civil con el apelativo de Cruzada fue un desacierto, pues en realidad fue una contienda fratricida".

El padre Ángel ha vuelto a dar una lección humanitaria con la crisis de los refugiados que ha provocado la invasión rusa de Ucrania. La ONG del sacerdote, Mensajeros de la Paz, ha coordinado la caravana de 34 taxistas madrileños que han viajado hasta la frontera ucraniana con Polonia para recoger al máximo posible de refugiados que han huido de la guerra.

Un total de 130 refugiados que han llegado en la madrugada de jueves a Madrid y que recibían la bienvenida del propio padre Ángel en el que será su nuevo hogar. El sacerdote agradecía su gesta a los taxistas desde su famosa iglesia de San Antón, en la céntrica calle Hortaleza de Madrid.

La organización Mensajeros de la Paz será la encargada de coordinar el acogimiento de 90 refugiados ucranianos a través de hoteles casas de acogida. Los otros 40 tendrán la suerte de alojarse con familiares que ya vivían con anterioridad en Ucrania.