Cada día asistimos a estafas que dan de qué hablar. A veces, incluso, somos víctimas pese a poner los cinco sentidos, y es que hay algunos casos que están muy bien elaborados y que juegan con asuntos muy delicados que, cualquiera con buena fe, se creería. Partiendo de esta base, hay ejemplos más llamativos que otros, como el de Antonio, el falso cámara que dice tener una hija enferma y que ha captado la atención de Iker Jiménez y Carmen Porter, pero también de otros rostros conocidos como Patricia Pardo.

El presentador de Horizonte reconoce haber caído en lo que prefiere calificar como “timo”, solventando que para él una estafa es lo que ha ocurrido en la Cadena Cope. “Lo mío fueron 100 euros, en dos billetes de 50, los que llevaba. No es lo mismo”, señala en sus redes sociales.

Colaboradores afectados por el timo

La que es una de las caras visibles de Cuatro explica que hace un tiempo un señor que se ubica a la altura de la calle Alcalá le para y le convence de que es compañero de profesión. Responde al nombre de Antonio, dice haber sido un famoso cámara de televisión y pide dinero para curar a su hija supuestamente enferma. El discurso es siempre el mismo, según apuntan las personas que se han encontrado con él, aunque la parte de la niña resulta cambiante. Así las cosas, hay veces que cuenta que esta sufre una enfermedad grave y otras que se ha quedado parapléjica tras un accidente de coche. A veces a todo ello suma que a él le han echado de la productora hace tiempo.

El perpetrador del timo parece totalmente anónimo pues, aunque hay productoras y medios de comunicación que reconocen que les suena cuando su nombre llega aparejado de la descripción -hombre de unos 50 años, enjuto, calvo y con una barba canosa y abundante-, la mayoría de los compañeros deslizan que nunca han oído hablar de él.

En cualquier caso, el susodicho ha tratado de engañar, además de Jiménez, a la colaboradora de El Programa de Ana Rosa Patricia Pardo, y Carmen Porter, también informadora y pareja sentimental del presentador de Horizonte. Además, hay otros colaboradores habituales de tertulia que habrían sido víctima del engaño, aunque en su caso prefieren mantenerse en el anonimato.

Un discurso muy bien hilvanado

No es demasiado difícil caer en la trampa. Te coge en medio de la calle, con prisas, con un discurso con el que nadie se espera que alguien pueda mentir y, por si fuera poco, aporta detalles y datos a los que solo tiene acceso alguien que haya trabajado en televisión. Así las cosas, uno de los colaboradores estafados que ha hablado para el diario El Confidencial cuenta que “cita nombres no solo de los presentadores más populares, con los que dice seguir en contacto, sino que también te nombra las productoras que hacen los programas y dice conocer a personas que están detrás de los focos como directores o productores a los que identifica con su nombre real”. Sus palabras, cuentan las víctimas, dotan de plena “credibilidad a su estrategia”, y es que “introduce datos verídicos que te hacen creer que realmente es lo que dice ser mientras tú sigues ahí haciendo esfuerzos por recordar su cara”.

A veces se sitúa en la céntrica calle mencionada de Madrid, pero también elige otras ubicaciones como plaza de Castilla, donde paró a Patricia Pardo. Esto hace pensar que el hombre sabe perfectamente por dónde se mueve la gente a la que intenta engañar. Asimismo, el protagonista de estas líneas llevaría actuando mínimo dos años, ya que hay periodistas que sitúan los hechos entonces y otros que se refieren a un espacio de tiempo mucho más cercano, concretamente hace unas semanas.

Es el caso de Patricia Pardo. La colaboradora de Telecinco fecha la escena a 10 de marzo de este mismo año, día que recuerda perfectamente porque conserva los mensajes de su móvil con los que preguntó a los responsables del programa en el que colabora si conocían al susodicho. Los compañeros la comunicaron que no era la primera persona a la que le pasaba algo parecido, lo que puso sobre aviso a la habitual de El Programa de Ana Rosa.

De entre los consultados, Jiménez fue quien más dinero le dio (100 euros). El resto de los testigos le dieron 20 e, incluso, hubo quienes le preguntaron si aceptaba bizum ante la negativa de Antonio, quien justificó que había tenido que vender el móvil para conseguir algo de dinero. Verdad o no, ninguno de los afectados denunciará, pues entienden que es una persona necesitada de dinero capaz de construir un relato de esas dimensiones. Ni siquiera descartan que en algún momento trabajara para algún programa de televisión, aunque ahora nadie se acuerde de su existencia.