Belén Esteban está a horas se pasar por quirófano. Después de retrasarse la operación a la que debía someterse tras romperse la tibia y el peroné tras un desafortunado accidente en pleno directo al arranque de Sálvame, la colaboradora ha conseguidor ser operada este viernes 6 de mayo. Afortunadamente, y a pesar de que está baja de ánimos, su estado es favorable.

El pasado jueves la de Paracuellos se presentó en el hospital con la intención de pasar por el quirófano, pero no pudo ser posible. Y es que la escayola provisional que le habían puesto para inmovilizar la pierna cuatro días antes le había provocado "una serie de úlceras y llagas" que hacían inviable la operación. Ahora, con estas dolencias curadas, tiene vía libre para ser operada y seguir con su recuperación.

Belén Esteban ha abandonado este jueves su casa en Paracuellos del Jarama en ambulancia rumbo al Hospital de la Luz. La colaboradora ha estado acompañada en todo momento de su marido, Miguel Marcos, que no se ha separado de ella desde que sufrió el lamentable percance hace casi dos semanas.

Sin embargo, su estado de salud físico es delicado debido a la diabetes que padece, a lo que se suma un mal estado anímico. Ya que, según han asegurado sus compañeros de Sálvame, la colaboradora se encuentra "devastada" por lo ocurrido. La también empresaria ha tenido que suspender numerosos compromisos profesionales que tenía entre manos para guardar absoluto reposo entre seis y ocho semanas.

Belén Esteban ha salido de su chalet en Paracuellos del Jarama en ambulancia para ingresar en el centro hospitalario a través del parking y evitar ser fotografiada en tales circunstancias evitando imágenes como las del pasado jueves, en las que tuvo que recorrer unos metros en camilla tapada con una manta para evitar fotografías.

Al que sí se ha podido ver es a su marido, que visiblemente preocupado, se ha convertido en el mejor aliado de la televisiva ya que es sanitario y conoce a la perfección como tratar este tipo de dolencias.