Renfe se ha plantado frente a los actos vandálicos en Rodailes de Catalunya, que continúan cada vez con mayor incidencia y provocan la paralización de los trenes y su puesta en fuera de servicio durante un mínimo de 3 a 4 días. Desde el Ministerio de Transporte se ha estimado que estos actos de vandalismo grafitero le cuestan a la ciudadanía catalana 11, 6 millones de euros al año. Y es que, durante el año pasado, se llenaron 70.000 metros cuadraros de la superficie de diferentes trenes de pintura de grafiti, algo que se traduce en unas pérdidas abismales de dinero para la comunidad.

La situación en Cataluña lleva siendo insostenible desde hace ya años. Sólo en 2023 se denunciaron 2.340 intrusiones de grafiteros en las instalaciones de Renfe, datos que conforman una media de seis actos vandálicos de este tipo al día. Desde las instituciones, se tomarán medidas legales con el objetivo de frenar este aluvión de grafitis que suponen tal cantidad de pérdidas. El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, anunció en una rueda de prense este pasado lunes que llevará ante la Justicia estos actos cada vez más frecuentes. El político también ha denunciado que en Cataluña "llevamos años sufriendo sistemáticamente actos vandálicos sobre las infraestructuras los trenes y las personas". En este sentido, ha detallado que en esta comunidad concentra más del 50% de todos los actos vandálicos de España.

Las 3.621 incidencias en la red de Rodalies en Barcelona representaron el 32,5% del total y el 62,4% de las registradas en toda Cataluña. Estas también suponen 2,8 veces más que las ocurridas en Madrid (1.274), que son el 11,4% del total. Tarragona y Girona ocupan el tercer y cuarto puesto con el 10 y 8,5% de las incidencias registradas, respectivamente. 

Trenes paralizados por los grafitis

Desde Renfe, son conscientes de que la situación de Rodalíes ha empeorado en los últimos años y junto con el ministerio han denunciado los actos vandálicos que les impiden ofrecer su servicio adecuadamente. Diego Crescente, director de comunicación de la empresa de transportes, explica a ElPlural.com la tediosa situación y lo que supone para los trabajadores. “En términos de operatividad del servicio supone retirar un coche entero, limpiarlo, y luego secarlo, repararlo y volverlo a poner”, cuenta. Un proceso largo y pesado que puede llevar hasta 4 días. “Siempre depende de los metros cuadraros que se puedan grafitear, pero el mínimo de tiempo que requiere el parón del tren y su puesta en marcha en Cataluña es un día entero”, explica Crescente, con lo que concluye que “esto deriva en un problema de falta de material, de trenes suficientes para llevar a cabo el servicio”.

Pero no sólo es una cuestión de tiempo, sino también de material y trabajadores que deben dejar sus puestos para encargarse de la reparación de los trenes afectados. “No solamente es el tiempo, sino el personal que está dedicado a realizar está maniobra. Porque hay que localizar a un maquinista, subirlo en el tren afectado, retirarlo a una vía muerta, llevarlo desde ese sitio hasta el punto en que los reparan y limpian, luego secarlo y volver a ponerlo en la vía”. Y es que las consecuencias de los actos vandálicos sin cese se acumulan especialmente para los ciudadanos y ciudadanas catalanas. “Parece un tema menor, pero solamente en dinero supera los 11 millones de euros al año”, insiste Crescente.

Cada vez son más los actos vandálicos en la red ferroviaria de Cataluña

Los datos de Rodalíes siguen aumentando

Aunque se estima que el personal de seguridad evita que las pintadas sean de mayor dimensión y consigue frenar unas 492 incursiones de grafiteros, los recursos de la empresa de transportes no son suficientes para garantizar la seguridad de sus trenes. Mientras denunian estos ataques, sus trabajadores no dan abasto a la hora de reponer los coches que se quedan fuera de servicio. Según datos del ministerio de Trasnsportes, en 2023 se dedicaron unas 7.500 horas de trabajo no previsto en la limpieza de grafitis, algo que obliga a los operarios de Renfe a destinar gran tiempo de su jornada laboral en devolver al funcionamiento los trenes afectados. Durante ese mismo año, la estimación por día de los costes generales derivados de estos actos vandálicos fue de 32.500 euros. 

Síguenos en Whatsapp y recibe las noticias destacadas y las historias más interesantes