Iñaki Urdangarin no volverá a la prisión de Brieva (Ávila), donde ha estado recluido para cumplir la condena de cinco años y 10 meses por el caso Nóos y pasará a una celda del centro de inserción social (CIS, para presos en semilibertad) de Alcalá de Henares (Madrid), del que saldrá a diario para ir a trabajar a la institución en la que colabora en la atención a personas con discapacidad. El cambio es debido a la decisión de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, anunciada el  30 de diciembre, de permitir al cuñado del Rey un régimen penitenciario similar al tercer grado o semilibertad.

Un plan de reinserción de delincuentes económicos

El marido de la Infanta Cristina seguirá durante lo que le resta de la pena un plan que, junto con salidas diarias para ir a trabajar, incluirá su participación en el nuevo programa de reinserción de delincuentes económicos (conocido por las siglas PIDECO) que el MInisterio del Interior pone en marcha en enero, según aderlanta El País. El exduque de Palma regresará al centro de Alcalá de Henares cada día a dormir, y allí deberá permanecer los fines de semana, salvo uno al mes que gozará de permiso.

La Infanta sigue en Ginebra

Mientras, la Infanta sigue residiendo en Ginebra solo con la compañía de su hija Irene, ya que sus otros tres hijos han dejado el hogar familiar. Juan se ha instalado en Madrid y Pablo vive en Barcelona, donde estudia y juega al balonmano en las categorías inferiores del Barcelona. Miguel se ha mudado al Reino Unido para formarse en Ciencias Ambientales.

La hermana menor del Rey mantiene su trabajo en la Fundación Agá Khan en Suiza y desde allí sigue vinculada a LaCaixa, una colaboración que a corto plazo acabará por decisión de ambas partes.