La mujer uruguaya que se niega a entregar a su hija de siete años a su padre por presuntos abusos sexuales a la menor continúa atrincherada en el consulado de su país en Barcelona. El viernes, el juzgado de Vielha (Lleida) aplazó la fecha para la entrega de la pequeña, que debía ser entregada ayer a su padre, tras una sentencia judicial, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya.

La madre quiere evitar que la policía se lleve a su hija y la entregue a su padre, residente en Vielha, y a quien acusó de presuntos maltratos y abusos sexuales a la niña. La demanda fue archivada y la mujer se quedó con su hija en Uruguay, por lo que el padre la denunció por sustracción de la menor.

Una jueza falló la custodia para el padre

El caso llegó a juicio y la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Único de Vielha,  Cristina Marrero Pérez, sentenció que la madre debía entregar la custodia al padre, basándose en la recomendación de profesionales independientes para el “mejor desarrollo emocional de la menor”, según el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

En el juicio, los psicólogos describieron a la mujer como “alguien que interfiere en el vínculo con el padre, con una práctica nociva” para su hija, con personalidad paranoide y baja escala de sinceridad, mientras que del padre destacaron que estaba angustiado por la situación y preparado para la práctica de la paternidad. La jueza dio la guarda y custodia de la niña al padre y estableció que la menor fuera entregada a su progenitor en el Consultado uruguayo en Barcelona.

El Gobierno de Uruguay apoya a la madre

El Ministerio de Exteriores de Uruguay respondió en un comunicado, el jueves pasado, que el papel que se le otorgaba no era “conforme al Derecho Internacional”, mencionando la inviolabilidad de los locales consulares.

La Fundació Àmbit Prevenció ha criticado en Twitter la sentencia judicial sobre la custodia, ya que, según explica, "basa su decisión en el SAP (Síndrome de Alienación Parental), un recurso no reconocido por ninguna asociación profesional ni científica”. Por su parte, la Intersocial Feminista, en un comunicado, ha reprochado que en el proceso judicial en España “fueron descartadas las pericias uruguayas”, que consideran probado el supuesto delito de agresión sexual a la menor.

Los dibujos de la niña alertaron a la madre

En el 2016, la madre viajó con su niña a Uruguay para visitar a su familia. Durante el vuelo, la menor, que no había cumplido los 4 años, hizo dibujos de contenido sexual que  hicieron pensar a la mujer que su hija podía estar sufriendo abusos sexuales por parte del padre. Los dibujos de la pequeña fueron analizados por tres especialistas en Uruguay. La directora del Instituto Técnico Forense de Montevideo redactó un informe, el 23 de agosto del 2016, en el que se dice que la menor expresaba "miedos a la figura del rol paterno, ausente y agresivo".

"Actividades relacionadas con juegos sexuales"

"La niña ha sido espectadora de violencia doméstica y protagonista de conductas inadecuadas y violentas por parte de su padre", añade el informe. Otra psicóloga, Laura Gandolfo, concluyó que "se comprueba que hasta llegar a Montevideo la menor ha vivido en un ambiente violento, en un entorno más bien aislado. En sus expresiones verbales, juegos y dibujos se ven indicadores de abuso sexual por parte del padre, en actividades obligadas relacionadas con 'juegos sexuales'. Según esta especialista, "estos sucesos acaecidos a tan corta edad (3 años) generaron gran confusión y angustia en la niña".

A partir de esos análisis, la madre denunció al hombre por maltrato machista y abusos sexuales a su hija y rompió la relación con él, tras decidir quedarse en su país. El hombre, por su parte, denunció a su expareja por la sustracción de la menor en un juzgado de Vielha. La disputa judicial obligó a que madre e hija regresaran a España en el verano de 2018. El consulado de Uruguay en Barcelona le buscó un trabajo a la mujer en Castelledefels.

La defensa dice que la jueza ignoró a los psicólogos uruguayos

Un Juzgado español achivó las denuncias por abusos sexuales a la menor y de violencia machista contra la madre. El abogado de la madre, Mario Guerrero, ha afirmado que la jueza tomó esa decisión sin aceptar ninguno de los informes periciales que la madre había traído de Uruguay, lo que no ha gustado en el país sudamericano. donde el caso ha tomado una gran relevancia, con manifestaciones a favor de la madre.