Patio central del Centro Penitenciario Sevilla II. EFE/Archivo

 

 


La preocupante situación de los enfermos mentales dentro de la prisión, los problemas de los indigentes encarcelados que se convierten en esclavos de otros reclusos por su falta de recursos, o la falta de credibilidad para las autoridades del presidio de aquellos penados que denuncian a funcionarios, son algunas de las cuestiones planteadas por setenta expertos en la vida cotidiana de las cárceles españolas reunidos recientemente  en Sevilla en el marco de la Pastoral Penitenciaria que han hecho ahora públicas sus conclusiones .

Muchos presos recluidos en las cárceles españolas  viven en silencio situaciones difíciles. Capellanes, voluntarios, religiosos y expertos en el tema convocados por los Trinitarios, históricos redentores de cautivos, se reunieron en la capital andaluza en el marco de la Pastoral Penitenciaria, para ofrecer alternativas a la aplicación de los Derechos Humanos sobre la población penitenciaria en la VII Jornadas de Pastoral Penitenciaria.

Confusión con los permisos
Las denuncias que se han hecho públicas son muy variadas: “Hay presos en permisos penitenciarios o en libertad condicional o total que son detenidos por la policía al estar en busca y captura. Pedimos que haya un mejor control y unificación de datos para que los Juzgados averigüen quiénes de los declarados en busca y captura están en prisión para notificárselo a los Centros Penitenciarios y a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado”.

Alternativas dignas al “destierro”
Consideran contraproducentes las sentencias que ordenan una orden de alejamiento a individuos fuera de la provincia. “Eso es lo más parecido a un ‘destierro’ aún mucho peor que la cárcel. Lo que lleva consigo infinitud de problemas de todo tipo para el infractor.” Solicitan  que se busquen medidas alternativas más humanas y dignas.

El problema de los indigentes
Especial interés han planteado en el caso de los presos sin recursos denunciando que “existe escasa o nula atención administrativa a los indigentes en prisión: vestuario, comunicación telefónica con los familiares.  Hay  centros penitenciarios donde la Dirección pone todo tipo de trabas y dificultades para que la Pastoral Penitenciaria pueda paliar esas carencias de centenares de internos.”

Esclavos de presos pudientes
Para paliar esta situación, plantean: “Ante la situación de tantos presos indigentes, pobres de solemnidad y carentes de todo, lo que da lugar a situaciones de humillación y viéndose  sometidos, algunos de ellos, a una esclavitud indigna por parte de otros presos pudientes, proponemos que se haga un programa de ‘gastos ineludibles’, a fin de que desaparezcan las desigualdades injustas que existen actualmente en las prisiones entre presos pobres y presos con buena solvencia económica en su peculio.”

Permiso para llevar el DNI
Destacan asimismo la petición de que cuando un preso o una presa sale de permiso puedan portar su DNI y no un papel de permiso de la prisión porque a la hora de hacer gestiones oficiales en la calle se les exige el DNI. Y añaden: “Con el certificado del permiso penitenciario se les obliga a declararse como preso, lo que vulnera su derecho a la intimidad”.

No les creen
 “Muchísimos presos se quejan de que no son escuchados ni creídos por la Comisión de disciplina cuando se les ha puesto un parte por faltas, sobre todo si es en relación con algún señor funcionario”. También hacen hincapié en “la falta alarmante de profesionales técnicos para poder atender dignamente las necesidades y demandas de los internos”.

Trato más respetuoso
El traslado de presos a centros alejados de su núcleo familiar y social lo califican de “preocupante, por lo injusto e inhumano, por lo que conlleva al desarraigo y ruptura con la familia.” Los especialistas solicitan además que  el trato con los internos, por parte de algunos miembros de la Administración Penitenciaria, sea más humano y más respetuoso”.

“La disciplina no significa malos modos”
“Hay que fomentar actividades educativas y culturales para que los presos sean formados en hábitos de conducta respetuosa y digna para con sus propios compañeros y los funcionarios. Exigir disciplina no significa malos modos ni falta de respeto,” continúan.

Enfermos mentales, situación degradante
Uno de los mayores problemas afecta a las personas con dificultades: “Es degradante la situación que viven muchos presos que sufren enfermedades mentales, o están disminuidos física o psicológicamente y se encuentran mezclados con personas normales. Pedimos que la Institución Penitenciaria ofrezca con urgencia medidas alternativas a tanto sufrimiento y degradación que padecen muchos de estos presos”.

“Sin libertad de expresión”
 “Denunciamos el miedo que manifiestan muchos presos y presas al no poder ejercer la ‘libertad de expresión’ ante situaciones injustas o indignas que se producen en la prisión y que, por miedo a la represión de la Institución, tienen que callarse y aguantar las deficiencias.”

Programas de calidad de vida
Proponen los participantes en las Jornadas fomentar talleres de formación, de ocio y ocupacionales a través de los voluntarios que colaboran con la Pastoral Penitenciaria; fomentar las Unidades Dependientes para cumplir las penas a través de casas de acogida; y poner en marcha  “programas de calidad de vida” para grupos especiales dentro de prisión, como son las personas mayores, los discapacitados, los enfermos mentales, o los jóvenes.

Sin asesoría jurídica por recortes
Por último, ven imprescindible “potenciar, desde la Pastoral Penitenciaria, la asesoría jurídica a los internos más pobres y desamparados de orientación penal y penitenciaria, sobre todo teniendo en cuenta que los servicios del SOAJP (el servicio gratuito de abogados andaluces)  ha dejado de funcionar por falta de recursos económicos por parte de la Junta de Andalucía".