El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de dos años de prisión impuesta al exconcejal del PP en Palma de Mallorca, Rodrigo de Santos, por abusar sexualmente de un preso mientras trabajaba para una fundación próxima al partido que atendía a reclusos en Madrid.
Los jueces confirman que el que fuera miembro de la formación conservadora aprovechó su puesto como educador en una ONG para cometer abusos sexuales contra “una persona con falta de arraigo personal” en “situación de vulnerabilidad”, defendiendo así que fuera condenado a prisión y no únicamente con una sanción monetaria. Se trata de la segunda condena firme impuesta a esta persona por hechos similares.
Gastó dinero del Ayuntamiento en un prostíbulo y abusó de tres hermanos
Concejal de Urbanismo del PP en el Ayuntamiento de la localidad isleña entre 2003 y 2007, el político ultraconservador y ultracatólico comenzó a colaborar en 2014 con la Fundación del Padre Garralda, vinculado con el partido y dedicada, entre otras cuestiones, a prestar asisencia a presos con el objetivo de facilitar su reinserción social. A los pocos años, De Santos ejercería como coordinador de uno de sus programas, siendo el encargado de gestionar las viviendas de Madrid en las que los reclusos pasaban los permisos penitenciarios.
Por aquel entonces, el concejal -a su vez persona que ejercería como director de campaña de Jaume Matas- ya tenía antecedentes por delitos sexuales, aunque la Fundación en la que trabajaba no lo sabía, según los tribunales y a pesar de que las condenas se habían hecho públicas en los medios de comunicación. Una de ellas constaba de dos años de cárcel y tenía que ver con gastar dinero del Consistorio en un prostíbulo y otra conllevó 13 años de cárcel por abusar sexualmente de tres hermanos, dos de ellos menores de edad.
Fue años más tarde cuando abusó de uno de los presos por cuya seguridad tenía que velar, una vez que el protagonista de estas líneas se encontraba ya en las filas de la Fundación del Padre Garralda en Madrid. La víctima fue un joven marroquí que cumplía condena en Soto del Real.
La Justicia niega la petición de multa: "Insuficiente"
Con la ratificación de la condena, el Supremo niega el último recurso de Rodrigo de Santos, cuyo futuro judicial queda de esta manera en manos de los tribunales madrileños . El exconcejal señalaba que se le había impuesto una pena de prisión pudiéndose haber optado por otra menos grave como una multa, una medida que el Alto Tribunal rechaza de plano en tanto en cuanto la considera “insuficiente” para castigar sus abusos. Y esto es así porque el implicado se “aprovechó de un clima de confianza y de la vulnerabilidad de la víctima”, un preso joven al que debía ayudar.
Así las cosas, los abusos sexuales “se produjeron en el contexto de una relación entre un educador y una persona con falta de arraigo personal y social en España, era una persona en situación de vulnerabilidad lo que conlleva un mayor reproche de la conducta del autor”.