Un informe interno de la Federación Estatal de Trabajadores de las Administraciones Públicas (FETAP-CGT) detalla que Salomé Prada destinó el doble de horas a actividades relacionadas con festejos taurinos que a actos de carácter institucional o de emergencia durante su tiempo al frente de la consellería antes de la DANA, que causó graves daños y se cobró la vida de más de 200 personas en la Comunidad Valenciana.
Según los registros, la dirigente acumuló 22 horas y 45 minutos en eventos vinculados a la tauromaquia, frente a 11 horas y 30 minutos dedicadas a emergencias. Entre los actos relacionados con el mundo del toro figuran su asistencia a los festejos tradicionales de Bous al Carrer (2 horas), el encierro de Toros cerriles de Vall d'Alba (2 horas) o a la corrida de toros en honor a la patrona de Villena (3 horas), entre otros.
En cambio, los actos calificados como de emergencia o de interés institucional suman menos de la mitad. Entre ellos se incluyen reuniones con el Centro de Coordinación de Emergencias (CCE), encuentros con unidades policiales de Valencia o visitas a la sede de SGISE y al parque de bomberos de Alicante.
Además, cabe destacar que durante el mes de octubre no se realizó ningún acto de emergencia, pero sí participó como asistente en tres festejos, sumando un total de siete horas. Los dos últimos tuvieron lugar en Paiporta —la zona cero de la DANA—, uno de ellos apenas cuatro días antes del torrencial temporal, cuando la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ya había activado avisos de riesgo extremo por lluvias torrenciales, especialmente en la zona valenciana.
El informe, compuesto por 15 páginas, recoge con detalle las fechas y duraciones de cada acto, y forma parte de una revisión interna de la actividad pública de Salomé Prada entre julio y octubre de 2024, señalando que no se puede alegar desconocimiento de una situación de riesgo cuando se ha dedicado más tiempo a múltiples actos taurinos que a la gestión preventiva.
Retrasos fatales en la activación del CECOPI
Otro informe reciente de la Federación Estatal de Trabajadores de las Administraciones Públicas (CGT) —parte acusadora en la causa judicial abierta en Catarroja— considera que el retraso en la activación del CECOPI fue una de las causas directas del caos que siguió a la DANA. Los peritos señalan que el órgano de coordinación apenas funcionó a pleno rendimiento durante 45 minutos, un tiempo claramente insuficiente para gestionar una emergencia de tal magnitud.
La legislación valenciana, sin embargo, es clara al establecer cómo debe actuarse ante una situación de riesgo por inundaciones. El Decreto 81/2010 determina que el CECOPI debe constituirse de inmediato tras declararse el nivel 2 de emergencia. No obstante, el 29 de octubre de 2024 esa norma no se cumplió: la alerta se activó a las 15:00 horas, pero el centro no comenzó a operar hasta las 17:15, más de dos horas después.
En ese lapso de tiempo clave, mientras las lluvias dominaban la Comunidad Valenciana, la falta de coordinación dejó sin dirección a los equipos de respuesta y sin aviso a varios municipios, un retraso que, según los expertos, resultó decisivo en el desenlace trágico de la catástrofe.
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