El conseguidor del caso Koldo, Víctor de Aldama, volvió a presentarse este lunes en el Tribunal Supremo con un documento, por llamarlo de alguna manera, de dudosa validez. El empresario acudió al Alto Tribunal con un folio arrugado en el que aparecen escritas a mano seis obras públicas y que pretende hacer pasar como prueba de las adjudicaciones irregulares que denuncia. La respuesta, una vez más, ha llegado del ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, que como hiciera con los anteriores documentos, ha vuelto desgranado las supuestas obras.
“Este papeluco parece ser la super prueba que hoy ha aportado Aldama”, ha ironizado el titular de la cartera de Transportes a través de sus redes sociales. “La de los subrayados del otro día, por lo que sea, no debía tener mucho valor después de los informes de Carreteras y ADIF”, ha continuado con sorna. A continuación, Puente ha pasado a resumir las seis obras “supuestamente adjudicadas a cambio de mordidas”, dejando en evidencia los palos de ciego que está dando Aldama para salvar su pellejo.
Las obras referenciadas en el folio arrugado son una en Lugones, otra en Huesca, dos en Valladolid, una en Murcia y una más en Ourense. “Una de las seis no se ha licitado a día de hoy”, ha comenzado Puente su explicación de cuatro puntos. En consecuencia, sin adjudicación es complicado que haya habido a cambio una mordida por ello. “Otra fue licitada cuando Ábalos ya no era ministro”, ha continuado.
Cabe recordar que, el que fuera también secretario de organización del PSOE, abandonó Transportes en julio de 2021, momento en que llegó al Ministerio Raquel Sánchez. Las otras cuatro sí que fueron adjudicadas durante el periodo de Ábalos, pero Puente ha pasado a explicar los motivos de la adjudicación: “tres fueron adjudicadas a la oferta económica más baja y una fue adjudicada a la oferta técnica mejor puntuada”.
Segundo desmentido
El pasado 6 de diciembre, Puente actuó de manera similar con los documentos que Aldama presentó en el juzgado “como acreditativos de contrataciones que se otorgaban arbitrariamente en la dirección general de carreteras a empresas que luego pagaban comisiones a cambio de esas adjudicaciones”. En esta ocasión, las obras señaladas eran siete y el ministro las abordó una a una “para ver los visos de veracidad de la información”.
La primera y la segunda las despachó rápido, apuntado que, en ambos casos, la obra “se licitó y adjudicó antes de que José Luis Ábalos llegase a ministro”. En relación a la tercera, Puente apuntó que “el mejor valorado en la fase técnica fue finalmente el adjudicatario, pero muy ajustado con el segundo licitador tras la apertura de la oferta económica”. Sobre la cuarta apuntó que “el mejor valorado técnicamente (FCC) no fue finalmente el adjudicatario resultando el tercero mejor valorado (Ferrovial) en fase técnica por su mayor baja económica”.
El quinto caso fue similar, dado que “el licitador mejor valorado en la fase técnica (Ferrovial) no resultó finalmente adjudicatario tras la apertura de las ofertas económicas, siendo adjudicatario el tercero en fase técnica por una mejor oferta económica”. Las dos últimas también las sentenció rápido, dado que un proyecto “se aprobó en marzo de este año”, años después de dejar Ábalos el Ministerio, y la otra “ni siquiera ha sido licitada todavía”.
“Este es un estudio a vuela pluma de esas siete obras. Las conclusiones son claras: dos de se corresponden con un periodo anterior a José Luis Ábalos. Dos se corresponden con un periodo posterior a José Luis Ábalos como ministro. Dos jamás se llegaron a licitar. Solo una de las siete se corresponde con el periodo de José Luis Ábalos, pero no se ha observado nada irregular en el expediente de contratación”, zanjaba su explicación Puente.