Víctor de Aldama, el conseguidor del caso Koldo y delincuente confeso, ha llegado al Tribunal Supremos para declarar en calidad de investigado escoltado por el jefe de Desokupa, Daniel Esteve. El empresario ha llegado a primera hora de este lunes a las puertas del Alto Tribunal del coche, del que se ha bajado acompañado del líder del grupúsculo que conducía el vehículo y ha estrechado la mano de su cliente. Esteve había advertido minutos antes de que se produjese la imagen a través de sus redes sociales, alabando al delincuente que ha reconocido delitos de corrupción.
“Hoy es un gran día, declara el señor Aldama”, ha trasladado el cabezilla de Desokupa, acusado en más de una ocasión por coacción, amenazas y otra serie de prácticas similares. “Solo os puedo decir que el que pueda ver la llegada de Aldama al Tribunal Supremos que lo vea. Habrá sorpresa”, se vanagloriaba en su vídeo matinal habitual. “Luego esperemos que acabe con estas tonterías del Gobierno. Hoy habrá sorpresitas y el señor Aldama terminará lo que ha empezado”, ha continuado, antes de alabar a un corrupto confeso: “tiene cojones”.
#Aldama llega al juzgado con una de los macarras fascistas de desokupa.
— Cristina Fernández (@0fb639199202481) December 16, 2024
Todo muy normal.
Se nota q nadie maneja los hilos de la indecencia pic.twitter.com/XLylJk8GWH
Un negocio con final feliz
“Un llamamiento para ti, Víctor. No te conozco, eres un delincuente, vale. Es tu problema si lo haces”, trasladaba el desokupador semanas atrás. “Si quieres llegar vivo al juicio yo te ofrezco protección con mi equipo”, continuaba Esteve, que no pierde la oportunidad de monetizar a cambio de trabajar para delincuentes. “Coches blindados, chalecos, lo que necesites. Te podemos garantizar que vas a llegar vivo al día del juicio, tú y tu familia”, continuaba vendiendo sus servicios. “Te va a costar una pasta porque tienes, pero si necesitas seguridad solo tienes que pedirla”, zanjaba el ultra.
Poco le importa a Esteve que el comisionista haya confesado diversos delitos y considera que denunciar sin pruebas a todo el mundo que le rodea cuando te pillan para intentar librarse o no caer solo es “tener cojones”. El jefe de Desokupa asegura sorpresas en la declaración de Aldama, que tiene la intención de responder a todas las preguntas que le hagan las partes.
Acusaciones cruzadas
La comparecencia de Aldama se produce tras la del exministro de Transportes, José Luis Ábalos, y después de que el empresario presentara un escrito ante el Supremo en el que aseguraba que pactó con el exministro darle un piso ubicado en el Paseo de la Castellana de Madrid valorado en 1,9 millones de euros como "garantía" de los pagos que una serie de constructoras le harían en un futuro a cambio de contratos "preadjudicados" de obra pública.
En dicho documento, Aldama aseguraba que "la solicitud de dádivas fue constante, y fueron varias las atenciones solicitadas, además de los ingresos de efectivo, y el abono del alquiler del piso en Torre Madrid, ocupado por doña JRG, quien mantenía una relación particular" con el exsecretario de organización del PSOE. "Entre otras relaciones económicas, se proyectó una operación, por la cual Ábalos adquiriría, sin contraprestación, el inmueble del Paseo de la Castellana número 164 de Madrid", añadía el conseguidor.
Sin embargo, en su declaración voluntaria como investigado, Ábal negó la mayor ante el magistrado instructor del Supremo y aseveró que no cobró comisiones por la compra de material sanitario. Por su parte, Aldama cifró durante su anterior declaración, ante la Audiencia Nacional, esas presuntas mordidas a Ábalos en 600.000 euros, incluyendo las supuestamente abonadas para que la trama se hiciera con los contratos de mascarillas. Asimismo, señaló al ministro Ángel Víctor Torres, al jefe de Gabinete de Hacienda, Carlos Moreno, y al secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán. Todo ello sin aportar pruebas.