La Fiscalía Provincial de Madrid tiene sobre la mesa la denuncia enviada por la presidencia de la Audiencia Nacional contra el ex vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, por un presunto delito de injurias contra el magistrado de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón. El juez argumenta que Iglesias le injurió durante la presentación de su libro cuando le llamó “presunto prevaricador” por su actuación durante la instrucción del caso Dina.

En su presentación, el que fuera líder de Podemos dijo: "Ayer me enteré de una cosa nueva, me llamó una persona y me dijo que acababa de tener una conversación con un periodista, me dio el nombre, pero no lo voy a revelar, que es amigo del juez García-Castellón. Este periodista sin saber que esta persona me podía contar a mí esto le contó una conversación personal con García-Castellón, en la que García-Castellón le contó al periodista: ‘Voy a por Pablo Iglesias, voy a acabar con el vicepresidente Iglesias’, y este periodista transmitía que había una excitación, como un elemento de satisfacción y de alegría por parte de García Castellón. Esto por lo visto ocurrió y se puede verificar".

Iglesias se refería a la instrucción de la pieza del caso Tándem en la que se investigó la destrucción de la tarjeta de memoria del teléfono de la exasesora del ex vicepresidente, Dina Bousselham. Durante aquella instrucción, Manuel García-Castellón llegó a elevar una exposición razonada al Tribunal Supremo para que se investigara si Iglesias tuvo algo que ver con la manipulación de la tarjeta. Sin embargo, el Alto Tribunal devolvió la causa a la Audiencia Nacional y no abrió ningún tipo de procedimiento contra el entonces vicepresidente del Gobierno.

Así, Iglesias prosiguió explicando sobre esto que: "Bueno, el caso es que García Castellón no logró su objetivo, lo intentó, pero no lo logró. Y ahora estamos en una situación bien diferente. Ahora la historia va a tener que dirimir si García Castellón pasa simplemente a la historia como un juez mediocre, que es lo que piensan buena parte de sus compañeros por la debilidad de sus instrucciones y las diferentes respuestas que obtuvo; o si, por el contrario, pasa a la historia como un prevaricador".

En la denuncia presentada por la presidencia de la Audiencia Nacional en nombre del juez titular del Juzgado Central de Instrucción Número 6, se ha aportado una transcripción completa de lo dicho por Iglesias. Ahora deberá ser el Ministerio Público el que decida si las palabras del que fuera líder de Podemos podrían enmarcarse en un delito de injurias o, por el contrario, están amparadas por la libertad de expresión, derecho fundamental recogido por la Constitución Española.